Fue la hermana Raquel Peralta, de la Conferencia de Religiosos del Paraguay (Conferpar), quien en la víspera de Tupãsy Caacupé dio un pantallazo de todo lo que preocupa a la Iglesia, siendo ellos quienes están cara a cara con la realidad de los paraguayos.
“Es doloroso ver cómo nuestras autoridades, en lugar de servir al pueblo, buscan satisfacer intereses personales y partidarios. Esto no solo indigna, sino que también genera desesperanza”, expresó.
La religiosa, como obispos y sacerdotes a lo largo del novenario, señaló la precariedad en servicios esenciales como salud y educación, denunciando que hospitales carecen de medicamentos y personal capacitado, mientras que instituciones educativas enfrentan condiciones deplorables. “¿Hasta cuándo seguiremos paliando el dolor de nuestro pueblo con actividades como polladas y tallarines para cubrir lo que debería ser un derecho garantizado?’’.
Peralta, como lo confirmaron los obispos y sacerdotes en el novenario (ver infografía) afirmó que vivimos en una situación nacional sumamente violenta, la gente es violentada cuando nuestras autoridades buscan el beneficio de sus correligionarios y partidos políticos para satisfacer su sed de tener más, de acumular y así llevar una vida lujosa y de despilfarro que indigna.