En ese sentido, el economista reconoció que si bien no hay instrumentos que estén totalmente libre de riesgos, sostuvo que los bonos soberanos son el instrumento financiero menos riesgoso que tenemos en nuestra economía.
“Más allá de la polémica de invertir o no en los bonos del Tesoro, hay que tener el contexto de que todos los fondos de pensiones del mundo invierten en bonos del tesoro no solamente de sus gobiernos, sino incluso en bonos del tesoro de otros países. Incluso, puede que este equivocado, pero creo que la última vez que me había llegado un reporte había visto que parte de los tenedores del Tesoro paraguayo era el fondo de pensiones de Noruega y otra serie de fondos de pensiones que tienen invertidos en bonos del Tesoro paraguayo”, comentó.
Por otro lado, señaló que el alto apetito por los bonos del Tesoro en moneda local proviene de los bancos privados actualmente. “Los bancos tratan de tener la mejor inversión posible con la condición actual y con las condiciones del mercado y ellos encuentran que la mejor inversión que se pueda ofrecer acá al mediano y largo plazo, con menor riesgo, son los bonos del Tesoro paraguayo”, alegó.
González explicó que el capital de los bancos privados para comprar los bonos proviene de la gente, lo que significa que ya hay ciudadanos que compran bonos indirectamente.
“Es mucho más conveniente invertir en algo que tiene bajo riesgo, que invertir en un activo que tiene mucho más riesgo. Un ejemplo es que las cajas de pensiones tienen la mayor parte de sus fondos invertidos en Certificados de Depósito de Ahorro en el sistema financiero y también en préstamos a sus asociados”, detalló.
Agregó que las cajas previsionales tienen reglas de inversión poco claras y “eso hace que a los jubilados se les preste la plata a una tasa mucho menor que lo que probablemente el mercado esté ofreciendo y esto puede sonar algo como justo a mediano plazo, pero esto a la larga va a terminar afectando a la rentabilidad y sostenibilidad del fondo de pensiones”.
Ahorro perdido. González sostuvo que el diseño del sistema previsional actual expulsa a la mayor proporción de trabajadores al sector informal y eso hace que se tenga una importante cantidad de ahorro perdido todos los años.
“Son ahorros que no son captados por ninguna de las cajas de pensiones, porque es un diseño que no es acorde a la realidad de nuestra economía actualmente”, puntualizó.
El proyecto de ley que crea la Superintendencia no pudo ser aprobado el pasado miércoles en la Cámara de Senadores, debido a que la sesión quedó sin cuórum. La normativa es rechazada por varios sectores de jubilados y partidos opositores temen a que la ley habilite el uso discrecional de los fondos jubilatorios por parte del Gobierno.