Mi nombre es Bianca Orqueda, tengo 26 años. Vivo en Filadelfia, Chaco. Mi mamá se llama Francisca Orqueda y tengo 11 hermanos.
Soy cantautora nivacchê. Comencé mi carrera hace cinco años. Y estoy muy agradecida por todo lo que logré con la música. A los 11 años aprendí a tocar guitarra. Mi mamá siempre trabajó con niños, dibujando, jugando y cantando todos los sábados.
Yo enseñaba guitarra a los niños. Siempre estaba en los escenarios cantando. Todos los sábados hacíamos algo con los niños, hasta que crecí y me di cuenta que quería ser famosa.
Terminé el colegio y en el 2018 decidí estudiar música en Asunción, pero no terminé. Estuve un año y después volví al Chaco. Siempre te dicen que la música no te da de comer porque ser artista no es un trabajo. No lo ven como un trabajo sino como un hobby o diversión.
En ese 2018, me llenaron la cabeza me dio miedo y volví al Chaco a trabajar en un Puesto de Salud. Después mi tía me llamó de Córdoba (Argentina) y me dijo: Vení acá. Ellos no querían aceptar que yo quería dejar la música porque yo quería mantener a mi mamá.
Después, en un momento me fui a Córdoba a estudiar en el Instituto de Culturas Aborígenes (ICA). Conocí a muchos artistas indígenas de toda Sudamérica. Estuve uno a dos meses y me di cuenta que tenía un propósito. Después de preguntarme tanto cuál es mi propósito en la vida.
Volví a mi propósito en la vida que es representar a mi pueblo y ser la voz de ellos. En el Chaco prácticamente se olvidaron de nosotros. Tenemos problemas de agua, contaminación, deforestaciones.
CAMINO A LA FAMA
Un día fui a la Gobernación de Boquerón para un encuentro de líderes indígenas. Me dijeron si no quería cantar una canción en mi idioma. Les dije, que no conocía ninguna, pero que tenía una canción que escribí para mi mamá. Entonces, me presenté, me grabaron y después publiqué el video en mi Facebook y eso se compartió.
Después me llamaron para un encuentro de mujeres indígenas en Luque y me dijeron que me iban a pagar por cantar solo esa canción. Esa canción fue mi primer tema que hice para mi mamá como agradecimiento por su paciencia y su amor incondicional.
Eso fue en el 2019. Me fui a Luque, me hicieron una entrevista y me presenté ahí hablando que mi sueño era construir una casa de música para los niños.
Esas dos personas que me entrevistaron me llevaron a un estudio. Me presentaron al productor musical que se llama Alejo Jiménez. Hasta hoy día es mi productor musical.
Entonces grabamos el primer tema: ¿Dónde estás? Fue todo como muy rápido. Solo me fui a Luque para un show y ahí inició todo. No paro más, no hubo vuelta atrás.
Después lancé la canción con el videoclip en agosto del 2019. En pandemia me hicieron muchas entrevistas, llamadas y salí en la tele, estaba en las radios, en los diarios.
Luego, viajé a Dubái, México, Francia. Me ayudó mucho Silvia Marimoto (ex representante del PNUD en Paraguay), Cinthia Filártiga (embajadora de Paraguay en Francia) y Estefanía Laterza.
Un día, Aaron Murphy (Tiktoker) vino al país y fui su guía en el Chaco. Él apoyó la construcción de la casita de la música. Pero, tuve que cerrar, no pude más por el estrés de ir y venir de Asunción, entré en depresión porque no quería cerrar la escuelita. Tenía que hacer uno. No todo a la vez.
Pero prioricé mi música. Quiero tener título de profesora de música para enseñar en la escuela. Creo que en algún momento voy tener como un centro cultural más grande. Este año mi meta es lanzar mi primer disco, viajar con el disco.
También estoy ahora con mi proyecto que presente para la Fundación Itaú que se llama “La voz del monte”. Voy a estar haciendo charlas en las escuelas indígenas del Chaco, cantando e incentivando a los chicos a que puedan amar su cultura.
PRIMER DISCO
Este año voy a lanzar mi primer álbum que se llama Aniyit. El lanzamiento del disco será el 15 de noviembre. En el 2024 casi no aparecí porque estaba trabajando en el disco. Casi no hice shows porque estaba en un proceso de hibernación en el estudio.
El álbum se llama Aniyit porque significa fortaleza, pero en realidad significa muchas cosas como garra, esforzarte, levántate.
Esta palabra la usamos mucho como pueblo porque vivimos en un lugar muy desértico prácticamente, muy seco. Y acá nos tenemos que esforzar el triple por el calor o por el frío. Y este álbum va dedicado para mi pueblo, un pueblo que lucha todos los días para conseguir el pan de cada día.
El disco habla mucho de mi cultura, de la comida típica, de mis antepasadas porque mi pueblo es matriarca. Entonces, habla del amor incondicional, del gran espíritu, de la madre y también habla un poquito sobre la salud mental, que pasé durante estos cinco años como artista también, toqué tan a fondo, que con la música fue como un caos, pero también un aprendizaje, de aceptar las cosas y seguir avanzando.
En este álbum, la raíz de todo es la lengua nivacchê, que siempre fue el principal motivo del cual estoy aquí como artista indígena y activista. La raíz de todo eso siempre fue hacer que Paraguay conozca el nivacchê, conozca el idioma, porque no es solo guaraní. En el disco hay músicas en nivacchê y un poco en castellano.
El estilo musical es mitad moderno y autóctono. Los primeros temas van a estar en mi primer álbum que son parte de mi comienzo.
BARRERAS
Si no estás bien económicamente eso te afecta mentalmente. Puedo decir que durante estos últimos cuatro años pude sustentarme con la música pude vivir, pagar mi alquiler, ayudar a mi mamá. Pero hay momentos, hubo momentos en donde prácticamente no había nada.
Quiero recalcar un poquito sobre cosas que tenemos, problemáticas como artistas, para que el gobierno empiece a pensar también en nosotros. No tenemos seguro médico, ni IPS y nos toca como bancarnos en algún punto.
Representamos al país entero, representamos a los pueblos indígenas, somos la raza paraguaya como se dice, pero no nos dan nada.