Lo que se busca es reconocer e identificar nuevas especies y a la vez, disfrutar de la naturaleza en todas sus expresiones de vida. Se dispone de un registro de 320 variedades de aves, 10 de estas son migratorias, aves playeras del ártico.
El comando de dicha unidad militar permitió que en el territorio militar se pueda disponer de senderos para la observación de aves y animales. Desde la Fundación para la Tierra, mencionan que se puede avistar una 70 variedades de aves, se pudo concretar la iniciativa mediante la Municipalidad de Pilar y la Fundación para la Tierra.
Desde la academia y organizaciones ambientalistas surgen ideas y programas de manera de aprovechar toda la riqueza que dispone el departamento. La observación de aves es una de las ramas del ecoturismo que brinda mayor armonía con la naturaleza, según Camila Cabello, Ingeniera Ambiental, quien coordina el programa en formación Circuito de las Aves.
El programa promueve la conservación de los ambientes y contribuye a fomentar una conciencia pública sobre la importancia de su preservación. Las aves son indicadores sensibles de la riqueza biológica y de las condiciones ecológicas del medio natural y permiten identificar rápidamente los cambios de la naturaleza que también afectan nuestro entorno.
La ausencia de aves, o la reducción de ejemplares y especies, permite detectar que algo está afectando la “salud” del ambiente, por ejemplo, la destrucción de hábitat, su contaminación o problemas con especies introducidas. Observar aves es contemplarlas en su hábitat natural, aprender a reconocerlas, distinguir sus comportamientos, plumajes, colores, oír sus cantos.