Rubén Aguilar, titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), manifestó que el desperfecto se registró antes de llegar a las cercanías de Curitiba, Brasil. El piloto reportó un fuerte olor a quemado dentro del avión Boeing 777, por lo que el comandante tomó la decisión de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. El vuelo había partido de Buenos Aires, Argentina.
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Señaló también que el derramamiento de combustible se realizó por cuestiones de protocolo de seguridad, a fin de evitar explosiones y para que el avión pierda peso en el momento de realizar el aterrizaje.
“Gracias a Dios que no hubo llamas, ya en tierra se detectó que se trataba de un artefacto eléctrico que se sobrecalentó y eso hizo que se quemara la pintura de donde estaba ubicado el artefacto”, detalló Aguilar en contacto con la 970 AM.
Unos 274 pasajeros estaban a bordo, conforme al reporte del comandante. Los mismos se encuentran hospedados en diferentes hoteles de la zona del aeropuerto.
La salida está prevista para el mediodía, luego de concluir los procedimientos legales que la compañía y la Unión Europea exigen en este tipo de circunstancias.
Aguilar destacó que el aeropuerto local está calificado por las compañías como Air France, Lufthansa y Emirates como puerto alternativo, por contar con un plan de emergencia y disponibilidad de espacio e infraestructura.
