La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) comenzará a realizar un estudio del perfil de riesgo del ex diputado, actual senador de Honor Colorado y ahora titular del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Hernán David Rivas.
Así lo confirmó a través de Monumental 1080 AM Óscar Orué, viceministro de Tributación, quien explicó que el proceso implica una verificación de la consistencia de sus declaraciones juradas con respecto a sus movimientos bancarios, su incremento patrimonial y la justificación en el pago de sus impuestos.
Orué señaló que se trata de un procedimiento previo a la fiscalización, ya que en este segundo paso, tienen un plazo de 45 días para el análisis y ya implica un estudio más puntual.
De acuerdo con la página de la Contraloría General de la República (CGR), hasta el momento, el senador solo presentó dos declaraciones juradas de bienes que datan del 2014 y 2018, y que revelan llamativos movimientos económicos y financieros.
Tanto en su declaración de 2014 como la del 2018 figuraba que tenía en efectivo unos G. 2.500.000, mientras que en el primer año tenía dos depósitos de 400.000.000, uno en Visión Banco y otro en el Banco Itapúa, sumando unos G. 800.000.000 de depósito en 2014.
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Para el 2018, ya no figura ningún depósito, pero sí cuentas a cobrar por un monto total de G. 12.265.000.000. Llamativamente, el monto se distribuye en una cuenta que atribuye a su propio padre, Hernán Isidro Rivas, de G. 8.415.000.000, y otra de su esposa, Elena Escobar, de G. 2.750.000.000.
Además, según el documento, su suegro y ex concejal de la localidad de Ybycuí, Departamento de Paraguarí, Juan Gregorio Escobar, también le debía un interesante monto, de G. 1.100.000.000.
En solo cuatro años, Hernán David Rivas aumentó sus activos en casi 61,2%, ya que en 2014 tenía G. 5.065.500.000, mientras que para 2018 ascendían ya a G. 13.060.500.000.
En inmuebles aumentó G. 520.000.000; en muebles, G. 10.000.000 más; así como tenía G. 4.000.000.000 de activos en acciones del Súper Rivas SA, aunque para el 2018 este último activo ya no figuraba en su declaración jurada.
En el primer año en que declaró, no contaba con ningún pasivo, por lo que su patrimonio neto era de G. 5.065.500.000, mientras que en el 2018, sus pasivos eran de G. 5.705.000.000, por lo que su patrimonio neto quedaba en G. 7.355.500.000.
Los pasivos del último año mencionado correspondían a cuatro deudas bancarias, un préstamo de G. 715.000.000 en el BBVA, que debía abonar en 36 cuotas de G. 20.000.000; otro con el Banco Regional, de G. 4.950.000.000, saldado en 48 cuotas de G. 103.000.000.
La tercera cuenta era de una tarjeta de crédito del BBVA, por G. 10.000.000, que debía pagar en 12 cuotas de G. 1.200.000, al igual que otra tarjeta de crédito con el Banco Continental, de un total de G. 30.000.000, con una cuota de G. 3.000.000 por 12 meses.
Es decir, en ese entonces, el parlamentario tenía que abonar una suma mensual de G. 127.200.000, sumando sus egresos mensuales que supuestamente eran de G. 20.800.000, cuando sus ingresos mensuales eran menores: G. 93.274.840.
También llama la atención cómo en el 2014, cuando se desempeña como concejal, señaló que solo percibía G. 15.902.090, cuando contaba con una sociedad, pero no registraba ingresos mensuales de esta.
En tanto, para el 2018, cuando ya era diputado nacional, figuraba con un ingreso exorbitante cercano a los G. 100 millones, pero ya no registraba ninguna empresa a su nombre.
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Según la declaración, tenía un salario de G. 29.606.840 como legislador, pero también figura con una “remuneración” de G. 55.000.000, más G. 3.168.000 por gastos de representación y G. 5.500.000 por vales de combustible.
El pasado 10 de julio, el senador fue designado como titular del JEM, en medio de cuestionamientos por la presunta obtención irregular de su título y por ser una ficha cartista.
Incluso, fue criticado por sus expresiones tras su asignación en el cargo al frente del órgano extrapoder: “Ustedes saben que yo le adoro a don Horacio Cartes, para mí es una excelente persona”, expresó en ese entonces a los medios de prensa.
Poco después, durante la primera sesión que dirigió en el JEM, fue objeto de burlas en las redes sociales por la forma en la que se desenvolvió e incluso el video de su actuación se hizo viral. Los internautas señalaron que el parlamentario recibía la constante orientación de una funcionaria que se ubicó detrás para guiarle.
