Según refirió el miembro del Máximo Tribunal, el juez ordenó la realización de una “curiosa” pericia sicológica para “determinar la credibilidad” de los testimonios que brindaron las víctimas. Esto es una especie de “prueba de la prueba”.
Jiménez Rolón señaló que se había realizado la declaración en la cámara gessel de dos víctimas, como anticipo jurisdiccional de prueba. Sin embargo, luego había dispuesto una pericia sicológica para establecer la credibilidad de las declaraciones de las víctimas del caso. Incluso, citó el artículo 81 del Código Procesal Penal, usado para el examen corporal del imputado. Habló de que existiría una revictimización.
Los ministros Carolina Llanes, Alberto Martínez Simón y Víctor Ríos hablaron del caso. La primera insistió en que la prueba debía ser evaluada en un juicio oral, por el principio de la sana crítica.