El ataque contra una multitud que participaba en una manifestación convocada por un sindicato se produjo a pocos días de las elecciones legislativas del 23 de febrero, dominadas por la cuestión migratoria.
El partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) podría obtener más del 20% de los votos en los comicios, el doble que en 2021, según los últimos sondeos.
El gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz, acusado de laxismo por la oposición, anunció que haría “todo lo posible” para expulsar a más afganos residentes en Alemania y condenados por la justicia. “Estamos conmocionados por un terrible atentado en Múnich”, publicó Scholz, en la red X. “El autor debe sentir todo el peso de la ley”, agregó.
Hacia las 10:30, el sospechoso, a bordo de un Mini Cooper, se acercó por detrás de una marcha de manifestantes convocada por el sindicato del sector servicios Verdi, según la policía.
Luego adelantó al coche policial que cerraba el desfile y aceleró hacia las personas, sembrando el pánico.
Según el último balance, 30 personas resultaron heridas, varias de gravedad. AFP