La inminente habilitación de un vertedero en esa ciudad movilizó de nuevo a un sector importante de pobladores y concejales municipales, quienes se oponen al plan del intendente, José Filippi Vera Martínez (ANR), de instalar un vertedero en la zona de un humedal.
Como se trató el proyecto “entre cuatro paredes” –según los propios ediles–, un grupo de manifestantes entró por la fuerza al edificio de la Comuna durante la mañana de la víspera. Quienes protestaban se enfrascaron en un intenso careo con el jefe comunal, intentando persuadirle de que recule en su resistido proyecto.
Como los ánimos subieron de tono y entre forcejeos, uniformados antidisturbios de la Policía Nacional despejaron la sede municipal por la fuerza, justo en el momento en que estaban dialogando representantes de la movilización con Filippi. La represión terminó con varios heridos con balines de goma y por efecto de los gases lacrimógenos. Fueron trasladados en su mayoría al centro de salud local. Como no consiguieron dar el brazo a torcer al intendente, el concejal Édgar Ovelar dijo –al cierre de esta edición– que volverían a convocarse anoche frente a la Comuna.
Los pobladores rechazan el vertedero, pues está marcado en una zona de humedal sobre la cuenca del arroyo Piribebuy. Entienden que esto representa un gran riesgo no solo para el medioambiente, sino para la salud de los habitantes de la zona.
El concejal Héctor Capdevila dijo que el problema se originó porque el proyecto se hizo a espaldas del pueblo.
“No se socializó, ni se le consultó a la Junta Municipal”, aseveró.
El vertedero que se pretende instalar está a 1.500 metros del arroyo Piribebuy.
Ovelar, quien preside la Junta Municipal, aseguró que todo se hizo “en medio de cuatro paredes”, en el despacho del intendente, con la empresa y políticos que “seguramente están detrás por algún interés económico oscuro”. El intendente no va a derogar la habilitación del vertedero, pese a las documentaciones y la ordenanza municipal vigente que prohíbe la apertura de un vertedero de residuos urbanos en esa zona.
Los manifestantes, así como los concejales, denuncian que el intendente cuenta con la venia política del gobernador de Cordillera, Denis Lichi, quien sería uno de los padrinos del establecimiento del nuevo vertedero en Arroyos y Esteros. Desde hace tiempo, los pobladores realizan manifestaciones masivas contra el proyecto de relleno sanitario. RF