Silvia Cubas Gusinky, hermana de Cecilia Cubas, quien fue secuestrada y hallada muerta en febrero del 2005, rompió el silencio y lamentó la situación que está atravesando el país por la demanda iniciada por Juan Arrom y Anuncio Martí ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, actualmente, está en estudio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
La hija de la senadora Mirta Gusinky señaló que el secuestro es el peor crimen que existe, ya que deja secuelas para toda la vida, no solamente para la víctima, sino para toda la familia. Sostuvo que lo único que Arrom y Martí buscan es financiar nuevos secuestros a futuro.
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“Realmente es una situación lamentable, no solamente para las víctimas o familiares, sino para todo el país. Si la resolución llega a salir desfavorable para nuestro país, va a representar un antecedente nefasto y un ingreso en efectivo para la industria del secuestro”, señaló al hacer un balance de la defensa que ejerce el Estado paraguayo para evitar indemnizar a las supuestas víctimas de tortura.
Justamente, ayer se recordaron 14 años de un brutal hallazgo que enmudeció al país. Cecilia Cubas tenía 31 años cuando fue secuestrada en las inmediaciones de su residencia, en la ciudad de San Lorenzo, por un grupo armado que interceptó a tiros su vehículo. Su cadáver fue hallado cinco meses después en una fosa cavada en una vivienda de Ñemby, el 16 de febrero de 2005. El crimen se le atribuyó al EPP y varios cabecillas de esta guerrilla cayeron en redadas policiales.
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No obstante, para su hermana Silvia, la herida no va a cicatrizar nunca. “El secuestro es un crimen en el que no solo la víctima sufre, es un crimen que destroza la vida de la familia, no solo de la víctima”, dijo.
Mencionó también: “En nuestro caso fue peor porque mi hermana no tuvo la suerte de salir viva, ni siquiera tuvo la misma suerte de que sus secuestradores sean como los que supuestamente dijeron tener Arrom y Martí, infelizmente, ya que ellos decían tener la puerta abierta, no estaban encerrados bajo llave, y no fueron violentados como mi hermana”.
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Ni un dólar para el secuestro
Silvia Cubas, quien es empresaria, recordó que en el 2016 su empresa fue atacada por cuatro hombres fuertemente armados. Para la mujer, cuya hermana fue secuestrada en el 2004, no es posible descartar que los encapuchados que entraron a la empresa, propiedad de su familia, lo hayan hecho con la intención de repetir la historia con ella. Sostuvo que este flagelo seguirá existiendo mientras se siga financiando la industria del secuestro.
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Sobre el punto, se mostró indignada ante la exorbitante suma que piden como indemnización Arrom y Martí y dijo que todo esto le parece “una bofetada”. “Una bofetada me parece, un peligro latente, porque si ellos llegan a hacerse con ese dinero, la industria del secuestro va a seguir. El secuestro necesita financiación, y cuántos secuestros pueden financiarse con ese dinero. En este momento ellos están secuestrando a cada paraguayo, cada familia va a tener que pagar ese monto”, resaltó.
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Contra la CIDH
Cubas lamentó la actuación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso que mantiene en vilo al país. “Su actuación y todo lo que mencionaron ante la audiencia va en el sentido de la forma de pensar que ellos tienen, que ellos defienden. Lastimosamente, las comisiones de derechos humanos se dedican a defender los intereses de las supuestas víctimas”, expresó.
Sin embargo, señaló su confianza en los honorables jueces que integran la Corte Interamericana de Derechos Humanos y que dieron una demostración de gran solvencia profesional y moral en la audiencia pública llevada a cabo el pasado jueves 7.
“Los jueces fueron impresionantes. La percepción que tengo es que su intención era conocer realmente lo que había pasado y no dejarse llevar por la familia Arrom”, añadió.
Con respecto a la defensa que hizo el Estado durante la audiencia llevada a cabo el pasado 7 de febrero, señaló que tanto el ex fiscal general Óscar Latorre como el actual agente del Ministerio Público Édgar Sánchez se mostraron muy solventes y concisos en lo que decían.
Cabe recordar que actualmente la Corte IDH se encuentra en un estado de recolección de alegatos finales y este plazo vence el 8 de marzo. Luego se tendrá la sentencia.