El ahora condenado a cuatro años de prisión, de nacionalidad argentina, fue hallado culpable este fin de semana de violencia familiar por un tribunal integrado por los magistrados Evangelina Villalba, Lourdes Morínigo y Óscar Gabriel Genes.
El fiscal Édgar Torales Gamarra fue quien sostuvo la acusación en contra del hombre, quien –según las pesquisas– había golpeado y amenazado de muerte a su esposa el 25 de abril del año 2016. La mujer denunció que en sus 30 años de convivencia sufrió de maltratos físicos y síquicos.
La pareja vivió por 23 años en la Argentina, pero luego se mudaron al Paraná Country Club de Hernandarias, en el año 2009, donde convivieron por siete años más.
Según los antecedentes, la víctima había intentado separarse de su pareja en el año 2001 por las agresiones que sufría, pero el hombre la convenció con promesas de cambio, por lo que la relación continuó hasta el 2016, cuando la mujer finalmente decidió mudarse de la casa.
Posteriormente, el 25 de abril, la mujer fue hasta su antigua residencia, para sacar algunas de sus pertenencias, pero fue sorprendida por el hombre, quien le propinó golpes de puños y puntapiés en diferentes partes del cuerpo, lo que le provocó diversas lesiones.
Asimismo, el hombre impidió a su esposa que saliera de la casa y la amenazó de muerte, mientras que la trabajadora doméstica contactó con el hijo de la pareja, quien llegó hasta el lugar y socorrió a su madre.