Argentina comenzó con todo el partido. Al minuto, Messi desperdició una chance clara de gol. En el minuto 5 Higuaín se perdió el gol de apertura de manera increíble y un minuto después, Heinze marcó el único gol del partido, clavando el balón en un ángulo con un gran cabezazo.
La albiceleste era una máquina, parecía que se venía una goleada. Sin embargo, el equipo fue de más a menos y el partido decayó por completo en calidad tras el gol.
Solo se pudieron observar algunos destellos de Messi, que tuvo numerosas chances de ampliar el marcador, pero siempre falló en la resolución al igual que su compañero en ataque, Higuaín.
Era poco lo que ofrecía Nigeria, pero con esto bastó para dejar ver algunas falencias de Argentina en defensa.
Si bien el equipo de Maradona prácticamente dominó el encuentro, sobre el final el equipo africano tuvo varias chances de igualar el marcador, por lo que en la banca albiceleste se celebró con euforia el final del encuentro.