De acuerdo con la nucleación de empresarios, liderada por Carlos Jorge Biedermann, esos eventuales nuevos tributos -o bien el aumento de los ya establecidos- serán soportados nuevamente por los mismos contribuyentes que ya lo vienen haciendo, “especialmente quienes están entre los 500 principales contribuyentes al Fisco”, según reza parte del documento.
El gremio sostiene que no es oportuno ni conveniente agregar impuestos o elevar las tasas -de cualquier categoría de bienes o servicios- a empresas y marcas que han sido y continúan siendo seriamente impactadas y perjudicadas por la pandemia sanitaria, “con el consiguiente decrecimiento económico que esto ha significado para todos los sectores, incluyendo los consumidores”.
La CAP también considera que no es el momento de pensar siquiera en agregar impuestos o elevar las tasas de los existentes cuando existe lo que el gremio califica como notoria, ostentosa y vergonzosa economía ilegal/informal, que representa más del 50% del movimiento económico.
“Estamos en presencia de un contrabando descomunal, descarado e impune, de marcas y productos de países de la región, que también se elaboran en nuestro país o similares, marcas y productos que son ingresados y comercializados sin ningún tipo de control a la vista de todos los que quieran ver”, enfatiza en su comunicado.
El conglomerado de empresarios de la Cámara entiende que, antes que crear nuevos tributos o aumentar las tasas de los vigentes, deberían redoblarse los esfuerzos para el control y la percepción de los tributos existentes por parte de quienes hasta ahora siguen evadiéndolos. La CAP destaca también que no se puede seguir hablando de aumentar impuestos sin mejorar ostensible y dramáticamente la calidad del gasto público.