El servicio atiende entre 100 y 120 pacientes por día, de lunes a viernes, con todos los especialistas disponibles. Sin embargo, el turno mañana, que va de 07:00 a 13:00, y en el que se realiza la aplicación de quimioterapia, ya no da abasto. “Estamos teniendo un creciente número de pacientes y eso está haciendo que los servicios colapsen”, afirmó Samudio.
Dijo que en el pabellón solo cuentan con tres consultorios y los profesionales deben turnarse para poder utilizarlos y responder a la demanda de pacientes. “Necesitamos con suma urgencia habilitar el turno tarde para lograr descomprimir las aplicaciones de quimioterapia”, explicó.
Indicó que hay pacientes que llegan de lugares muy distantes del interior del Alto Paraná e incluso de otros departamentos, y la pasan mal en la ciudad, debido a los contratiempos que deben soportar. “Sobre todo, para aquellos pacientes que vienen muchas veces de Mallorquín, O’Leary. Incluso tenemos pacientes que vienen de Ñeembucú, son más de 400 kilómetros, y esa gente debe quedarse a dormir aquí, donde muchas veces no tienen familiares; entonces, realmente lo pasan muy mal”, relató.
“Para dar respuestas a esos pacientes que vienen de lejos y que no tienen los recursos económicos para pagar hospedaje en un hotel, si no se les administra la quimioterapia por la mañana, se les administra por la tarde. Por eso, estamos exhortando a las autoridades para que nos den una respuesta”, agregó.
Insistió en la importancia de habilitar el turno tarde para poder descomprimir y hacerles la vida más llevadera, que ya de por sí es difícil con la enfermedad, y poder realizar en el día el tratamiento de quimioterapia. “Eso nos permitirá descomprimir y trabajar de manera efectiva”, recalcó.
El médico refirió que, a la par, están insistiendo en el uso de todo el pabellón, porque urge ampliar la cantidad de consultorios.
Otro grave problema tiene que ver con los retrasos en los procedimientos quirúrgicos de pacientes. Dijo que de nada sirve que el enfermo realice todo el tratamiento con quimioterapia y se operen dentro de tres a cuatro meses.
“Normalmente, el tiempo en que el paciente puede esperar para un procedimiento quirúrgico no debe ser mayor a un mes. Prácticamente todo el tratamiento que hicimos se va al tacho. Lo único que ocasionan estos retrasos es el avance de la enfermedad en los pacientes, lo cual hace que muchos de ellos terminen falleciendo”, apuntó.
“Acá se espera hasta cuatro meses, con suerte. Tenemos muchos pacientes que podrían haberse curado y no se pudieron realizar el procedimiento quirúrgico, y aquí nosotros vemos pacientes de escasos recursos. Acá no vienen personas de plata. Más del 80% de nuestros pacientes no tienen la capacidad económica de ir a un sanatorio privado y operarse”, remarcó.