07 jul. 2025

Ana Martini se inició en la actuación a los 64 años y cuenta cómo superó el miedo a subir a las tablas

Ana Josefina Martini Escolar relató cuánto influyeron sus padres en el amor a la lectura y al arte. Destacó que actuar la ayudó a sobrellevar la pérdida de su padre. Insta a las mujeres a atreverse a hacer lo que siempre quisieron hacer.

31955605.jpg

Multifacética. Martini es licenciada en Letras y tiene una amplia trayectoria en el ámbito cultural, fomenta el arte y la literatura.

Me llamo Ana Josefina Martini Escolar, tengo 64 años y soy oriunda de la ciudad de Asunción. Soy gestora cultural, como también licenciada en Letras, egresada de la Universidad Católica de Asunción. Fui directora de la Manzana de la Rivera, también directora de la Casa Bicentenario de las Artes Visuales. Actualmente, soy presidenta de la Fundación Augusto Roa Bastos y soy también académica de la Academia Paraguaya de la Lengua Española. Soy miembro de Escritoras Paraguayas Asociadas, como también directiva del Club Centenario.

Desde niños, a mi hermano Carlos Martini y a mí nos inculcaron el amor por la lectura, el arte, la música. Mi abuelo era español y nos mecía en el sillón y cantaba zarzuelas españolas y recitaba unos versos del siglo de oro de España, porque él había venido siendo un niño a Paraguay.

Por otro lado, nuestra madre tenía una biblioteca en nuestra casa, nuestros padres siempre leían mucho. Mi madre era maestra en segunda generación porque mi abuela fue la primera maestra rural. Luego, mi madre, mi tía y después nosotros. En mi casa la lectura fue siempre un placer. Mi padre era economista, pero le gustaba mucho los instrumentos y siempre venía a casa un artista. Vivimos siempre muy rodeados de un alimento muy fuerte cultural y de todo tipo de arte.

superación del duelo a través de la actuación

Este año tuve acontecimientos muy fuertes para todos los seres humanos. En enero murió mi padre, en febrero mi madre. Somos una familia breve, pequeña, pero muy intensa. Cuando vive tu padre y tu madre es como si siempre hay alguien antes y cuando les perdés es como si solo vos te vas en el asiento del auto delantero, totalmente sola. Perder a mis padres fue como si hubiera perdido una parte de mí misma. Sin embargo, en medio de este proceso de duelo recibí una llamada que cambiaría todo. Casi dos semanas después de fallecer mi madre, me llamó la productora Leticia Fleitas, que me planteó que me quería mandar un guión y a ver si a mí me interesaba participar en una obra de teatro que se llama Mujeres de Ceniza.

La obra trata de la historia de cuatro mujeres que comparten sus visiones sobre la amistad, el matrimonio, la juventud perdida y las huellas que el paso del tiempo deja en las relaciones humanas.

Para mí es un orgullo realmente participar de esta obra magnífica, porque uno se ríe muchísimo y nosotras disfrutamos mucho haciéndolo y el público también es cómplice de esa alegría. Antes de empezar yo ya tenía pautado en el transcurso de ese tiempo un viaje a Japón porque una amiga vive ahí, entonces me iba a ir a verla.

Después de un tiempo vi de qué trataba la obra y me interesó, me reuní con ella y realmente me dio terror de entrada, pero finalmente me animé. Le agradezco muchísimo a ella porque me tuvo en cuenta y a partir de ahí empezaron los ensayos con Hugo Robles, que es un gran maestro. Tuve el apoyo de mis compañeras de la obra Clotilde Cabral, Margarita Irún y Pelusa Rubin. Al principio me sentí insegura y con miedo por mi edad, pero finalmente decidí aceptar el desafío. La actuación se convirtió en una forma de terapia para mí porque me permitió enfocarme en algo diferente y encontrar un sentido de propósito.

La responsabilidad de actuar y la motivación de hacerlo bien me ayudaron a superar el duelo y a encontrar una forma de sanar porque cuando actuás no podés pensar en otra cosa, porque solo pensás en tu rol y te comprometés con el personaje. La actuación fue un abordaje nuevo que empecé a mis 64 años y entonces pensé: Bueno, me queda la mitad de la vida. ¿Por qué no? ¿Por qué no hacerlo? Ya tenía todos los no y ahí me faltaba solamente un sí y eso me atrevió a dar ese paso.

Mensaje a las mujeres

Creo que sin darme cuenta este paso en mi vida es un mensaje que a mí me gustaría dar a las demás mujeres, por supuesto que también a los demás hombres, pero la realidad es que para las mujeres la exigencia es mayor.

Una piensa a cierta edad, ¿cómo me voy a exhibir con el cuerpo que tengo? Siempre uno tiene esas inseguridades que en realidad son prejuicios nomás y creo que lo que yo estoy haciendo ahora quiero que sea un mensaje a las demás mujeres y que se pregunten, ¿por qué no hacer algo que quiero hacer? Muchas veces hay cosas que siempre deseamos hacer toda la vida y no las hicimos solo por tener prejuicios que la sociedad impone.

Creo que las mujeres tienen muy presente eso de “hacer el ridículo” con la típica frase No quiero hacer el ridículo. Pienso que cuando uno llega a cierta edad, ya no importa el ridículo porque somos conscientes de la finitud de la vida. La vida tiene un límite y la muerte no es un misterio, pero la vida sí, porque la muerte sabemos que va a llegar. En cambio, la vida no sabemos en qué consiste, qué nos depara, cómo es. Entonces, yo creo que no hay que tener miedo al “ridículo”, hay que tener miedo al no hacer, hay que tener miedo al no haberse atrevido.

Hay que tener miedo a no haber vivido y ese sí debe ser un miedo real. Lo otro creo que es como una inhibición que no deberíamos tener, de la cual nos deberíamos liberar.

La responsabilidad de actuar y la motivación de hacerlo bien me ayudaron a superar el duelo y a encontrar una forma de sanar porque cuando actuás no podés pensar en otra cosa.

31955612.jpg

Más contenido de esta sección
El Centro de Rehabilitación Integral Teletón (CRIT) de Coronel Oviedo superó las 350.000 atenciones médicas y terapéuticas dirigidas a niños, niñas y adolescentes con discapacidad. Además, informaron que están abiertas las inscripciones para nuevas familias en los tres centros de rehabilitación.
Miembros de la Asociación de Funcionarios de la Municipalidad de Asunción (Afuma) denuncian que no están pudiendo acceder a préstamos ni a créditos porque la Comuna tiene casi tres meses de atraso con el gremio.
El nuevo Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (Caipi) Tororé fue inaugurado este lunes en el barrio Mbocayaty de Villa Elisa, fruto de un esfuerzo conjunto entre la Municipalidad, la Gobernación Central y el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna).
A lado de los contenedores, hay un gran basural que acumula todo tipo de desperdicios en la Plaza Batallón 40, ubicada a solo cuadras de la avenida Mariscal López, en Asunción. Una vecina denunció el hecho en las redes sociales.
La apertura de sobres se realizará el viernes 25 de julio, a las 09:30. Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) prometen que esta obra va a “transformar la conectividad y calidad de vida en el área metropolitana”. Son innumerables los reclamos que se han hecho sobre esta transitada vía colmada de cráteres y aguas servidas.
El fuego se inició en las cercanías del taller y gomería, ubicado dentro del predio de la Estación de Buses de Asunción. Un transeúnte se percató de la situación y avisó a los guardias de la terminal.