La clave está en poder lograr un equilibrio en su uso. Cambiar la dieta de lo que uno consume, como señalan algunas publicaciones sobre el tema.
Para quienes trabajan en las computadoras durante varias horas al día, el licenciado Edgar Enciso recomienda realizar las pausas activas.
Estas pueden realizarse levantándose de la silla cada hora y moviéndose durante dos o tres minutos.
También puede realizarse una pequeña caminata y estiramientos. Esta rutina también puede repetirse en el hogar, señala.
Otra actividad que recomienda para cortar el sedentarismo es utilizar aplicaciones que puedan ayudar a moverse a la par de la música.
Este tipo de rutinas puede llevarse adelante dentro del hogar y con la presencia de los niños, como realizando un juego entre todos.
Enciso enfatiza además que el dispositivo electrónico puede usarse, pero sin pasar el tiempo recomendado.
Si bien puede ser aliado para buscarle el otro lado a la presencia de la pantalla, también puede hacerse otras cosas fuera de ella.
“Desarrollar actividades al aire libre, eso es importantísimo. Que la familia, tanto niños como adultos, también desarrollen actividades al aire libre. Que vayan disfrutando de la naturaleza, se recreen, que dejemos el celular y desarrollemos actividades que beneficien a nuestra salud”.
El doctor Néstor Sánchez quita el peso del estigma y puntualiza que la pantalla inteligente, utilizada como un instrumento para enseñar, tiene un uso válido.
Pero ese uso debe ser acompañado por el adulto, que de esa manera esté generando vínculo humano.
“Ahora, la pantalla inteligente utilizada como instrumento para tirárselo al niño nada más y que esté prendida ahí y para que no moleste, eso es lo que no está bien, porque eso va a generar problemas, explica el neuropediatra del Hospital Acosta Ñu.