La Cámara Federal de Casación Penal de Argentina confirmó este lunes el procesamiento del ex presidente peronista Alberto Fernández (2019-2023) en la causa por violencia de género contra su ex pareja Fabiola Yáñez.
Fernández, quien se definía como un progresista liberal, era un defensor de las causas feministas. Llegó a la presidencia impulsado por la ex mandataria Cristina Fernández Kirchner –actualmente en prisión domiciliaria por un caso de corrupción–, quien fue su compañera de fórmula por el Partido Justicialista (peronismo).
La Justicia aceptó este lunes la petición que hizo la defensa del ex mandatario para apartar al juez que llevaba la causa, Julián Ercolini, con el fin de “alejar cualquier temor de parcialidad que pudieran albergar las partes” y dispuso que se designe un nuevo magistrado.
El tribunal penal –integrado por los jueces Ángela Ledesma, Alejandro Slokar y Guillermo Yacobucci– decidió por unanimidad rechazar los argumentos de la defensa del acusado contra la primera decisión judicial de procesar a Fernández, acusado de lesiones leves y agravadas por violencia de género y de amenazas coactivas, en concurso real.
El fiscal federal Ramiro González solicitó el pasado 14 de agosto que Fernández fuera juzgado en un juicio oral y público.
El ex presidente, además, había solicitado que fueran apartados de la causa tanto el juez Ercoloni como el fiscal Ramiro González, quien el 14 de agosto pidió juicio oral, al argumentar incompetencia y falta de objetividad de ambos.
DENUNCIA
Yáñez, de 43 años, denunció en 2024 al ex presidente, de 65, después de que la Justicia argentina, en una investigación a Fernández por supuesto tráfico de influencias, hallara en el teléfono de su secretaria conversaciones e imágenes que podrían indicar “lesiones leves en contexto de violencia de género” contra la ex primera dama.
Tras una extensa investigación, en la que se tomó declaración a Yáñez y más de una decena de testigos, Ercolini acusó el 17 de febrero a Fernández como autor penalmente responsable de “los delitos de lesiones leves, agravadas por haberse cometido en un contexto de violencia de género y contra su pareja, reiteradas en dos oportunidades”.
Entre las pruebas analizadas, provistas tanto por Fernández como por Yáñez, se incluyen historias clínicas, documentos médicos, videos, llamadas telefónicas y mensajes de texto, así como la declaración de la denunciante y de una extensa lista de testigos.
De ser hallado culpable de estos delitos, el ex mandatario argentino podría enfrentar una pena de hasta quince años de prisión.
Fuentes: EFE y ÚH.