Por Andrés Colmán Gutiérrez
TAVA’I, CAAZAPÁ
Meses atrás, un ex protagonista de la represión militar contra los miembros del Movimiento 14 de Mayo reveló el dato: dentro de una conocida estancia del Departamento de Caazapá hay una gran fosa común, en donde fueron enterrados 60 ex guerrilleros, tras ser ejecutados.
“Es una información que obtuvimos de una fuente que fue testigo directo de lo sucedido y que pudimos corroborar con otros valiosos testimonios”, explica Rogelio Goiburú, director de Reparación y Memoria Histórica del Ministerio de Justicia, mientras trabaja en la excavación de otra tumba anónima en la compañía Ñu Kañy, de Tava’i.
“Esa va a ser la excavación de mayor envergadura que vamos a realizar en busca de restos de víctimas de la dictadura stronista. Hasta ahora hemos encontrado tumbas con cuerpos humanos, con dos o tres cuerpos, pero nunca en una cantidad tan grande”, explica.
UBICACIÓN. Desde el miércoles, Goiburú trabaja junto a un equipo forense de 10 personas en una chacra de Ñu Kañy, donde ya se encontró un esqueleto, exhumado como el desaparecido número 28 hallado hasta ahora, mientras se sigue excavando en una segunda tumba anónima.
“Estamos recibiendo muchos datos valiosos sobre otras tumbas donde se encuentran restos de desaparecidos, pero el mayor desafío será hallar esa fosa colectiva”, explica el médico, también hijo de un ilustre desaparecido, el doctor Agustín Goiburú.
“Ya tenemos la ubicación exacta de la fosa común. Está dentro de una gran estancia en Caazapá, que fue utilizada como una de las bases de operaciones de la represión dictatorial en los años 60. He hablado con los dueños de la propiedad, que han accedido gentilmente a que hagamos la búsqueda, incluso me prestaron su avión para sobrevolar la zona”, relata Goiburú.
FECHA. Aún no hay una fecha precisa en que hará la excavación de la fosa común, pues depende de disponer de los recursos necesarios, pero el médico supone que se hará en los próximos meses.
“Estamos aguardando la transferencia de los fondos ya aprobados para identificar por examen de ADN a los restos ya encontrados, 28 hasta ahora. Cuando eso se logre, será un gran avance”, refiere.
Para la excavación de la gran fosa común, Goiburú espera contar con la participación del Equipo Argentino de Antropología Forense, cuyos miembros son los mayores expertos mundiales en la materia.
“Los que integran mi equipo ya están bien capacitados, pero esa será una gran tarea y debemos contar con resultados incuestionables”, indica.
