No fue un día de furia, sino una semana de furia.
El cartismo, que ha gobernado cabalgando sobre la soberbia, no supo leer una vez más las señales políticas, tal como le sucedió con el fracaso de la enmienda para la reelección y la elección de Santiago Peña como candidato.
Los indicadores de alerta del giro en Añetete se venían incubando hacía semanas, pero aún así, el presidente Horacio Cartes presentó su renuncia el lunes y ese mismo día los senadores de su sector solicitaron la sesión extra para el miércoles, confiados ciegamente en sus votos, sin verificarlos. Un error infantil inadmisible en política que dejó en ridículo al presidente. No les faltó 1 voto, sino 10, una cifra que desnuda falla de estrategia (y de estrategas). Unos apuntan a Beto Ovelar, otros a Juan Darío Monges.
El martes se agitan las aguas y Honor Colorado vio venir el fracaso por lo que lanzó amenazas. Pedro Alliana, titular de la ANR, el vocero de la ira presidencial, habló de traiciones y acusó al abdismo de haberse aprovechado de la billetera de Cartes. “Utilizaron y muy mal al presidente de la República y su plata para después darle la espalda”. La diputada Cristina Villalba también sumó su voz afirmando que se habló de aportes, que niegan desde Añetete.
Se habla de la friolera de cuatro millones de dólares.
La orfandad en el Senado demostrada el miércoles alteró de más al presidente y así lo demostraron sus voceros.
Alliana se fue de boca, tanto que hasta su aliado Galaverna lo trató de “barrabrava”. Luego bajó los decibeles sin bajar la temperatura de la crisis.
¿Es mejor tenerlo fuera o dentro del Senado a Cartes? La pregunta seguirá sonando hasta el 30 de junio, fecha en la que fenece el plazo para aceptar la renuncia del presidente y dejarlo libre para jurar como senador activo. Y aunque Marito haya dicho que hay que respetar el fallo de la Corte, la mayoría de su bancada opina lo contrario. Parece ser que la tesis de sacarlo de la cancha gana terreno. Así al menos lo admitió Enrique Bacchetta: “El presidente electo tiene un criterio; sin embargo, noto que todos los más cercanos a él han tomado decisiones unilaterales, diciendo que están en contra de la aceptación de la renuncia del presidente Cartes, que tampoco le molesta (a Marito). Entonces presumo que tampoco él quiere que se le acepte la renuncia”.
CAMPO MINADO. En medio de la incertidumbre, el cartismo amenazó con complicar la gobernabilidad. En contraposición, en Marito Róga hay calma, casi una frialdad ante el caos vaticinado desde Mburuvicha Róga. Hasta Tony Apuril, de zigzagueante posición con respecto a la jura, salió convencido tras hablar con el presidente electo y ahora es un contundente anticartista.
Pero la gobernabilidad no es a futuro. Es ahora mismo, en esta etapa de exasperante transición cuando se deben mostrar las buenas relaciones e intenciones.
Las señales desde el cartismo son totalmente contradictorias. Empezando por la demora de la firma del decreto del equipo de transición. “No sé por qué aún no se firmó el decreto para que podamos trabajar, tenemos que saber con qué nos vamos a encontrar después del 15 de agosto”, manifestó el futuro ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, coordinador del grupo.
Al minuto de cada decisión que toma Cartes, la información llega al Gobierno electo. Y no son buenas noticias para la nueva administración. “Están tomando decisiones para ahogar a Marito”, alertó una fuente colorada, señalando que pretenden dejar la caja vacía, o al menos comprometida con las licitaciones apuradas que están realizando. ¿Ejemplos? Una licitación (Nº 341428, plurianual) lanzada el pasado 8 de mayo para adquirir insumos para la cédula y el pasaporte policial por G. 19.000 millones. Otra en la Dinac y así muchas más. También manejan información de que recientemente se ha firmado la extensión por diez años más a los casinos, uno de los negocios más lucrativos, a los que se vincula al senador Javier Zacarías Irún.
Otro tema que encendió alarmas es la decisión de liberar el precio del gasoil, cuyo epílogo inevitable será el incremento de precios del transporte y la canasta básica. “Si casi cinco años tuvieron una política en materia de combustibles, por qué cambian 180 grados ahora”, señaló otra fuente más como certeza que como pregunta.
Cuentan que uno se atrevió a preguntarle al presidente sobre el escenario económico que están dejando. “Nosotros ya nos estamos yendo”, le respondió.
El equipo de transición sirve para garantizar un traspaso ordenado e institucionalizado, gracias al mapeo de lo que se hizo y de lo pendiente en materia de obras, planes y proyectos. Pero también le da la llave para obtener información clave sobre las licitaciones. He aquí el quid de la cuestión de la demora de Cartes para firmar el decreto: el apuro por los contratos del Estado y la normal puja por los jugosos negocios.
MITO O REALIDAD. En medio de todo esto, se define la permanencia o no de Cartes como actor central desde una banca activa del Senado y la confrontación de su poder político y económico como mito o realidad. Para muchos ya es apenas una sombra cuya leyenda se diluirá al quedar fuera del Palacio y sin la magia de la lapicera ni la eficacia de sus gerentes López Moreira y José Ortiz, con quienes completa la trilogía del poder.
Seguirá la incertidumbre por un mes más y aunque Juan Carlos Galaverna, convertido nuevamente en el apasionado abogado defensor, anuncie en tono esperanzador más que optimista que en 15 días habrá otro intento para que el Congreso acepte la renuncia presidencial, la sensación de la retirada con humillación se va consolidando.