El director jurídico de la SEAM, Hugo Cañiza, señaló que campesinos volvieron a ingresar hasta un área silvestre protegida en Campos Morombí, del distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
En ese lugar, precisó que encontraron unas 50 hectáreas de bosques destruidos. “Tenemos la obligación de velar por su protección, no porque sean privadas no le vamos a brindar el resguardo necesario”, expresó.
Señaló que ingresar a las áreas silvestres protegidas y causar daño constituye un delito y que, por ese motivo, estarán presentando denuncias ante el Ministerio Público.
Cañiza mencionó que lo mismo está ocurriendo en el Parque Nacional Ñacunday, lugar donde constataron la tala selectiva de árboles. El asesor dijo que esas actividades ilícitas la hacen en horarios nocturnos y en zonas alejadas.
“Los guardiaparques quedaron a montar y están esperando a la gente del Instituto Nacional del Indígena (INDI) porque también estarían involucrados”, refirió a la 780 AM.
Lamentó que esas situaciones continuarán si no se toman medidas drásticas al respecto, al recordar que la ley de área silvestre prohíbe realizar cualquier tipo de tala, pero en varios puntos del país no se cumplen las disposiciones legales.
“En todos los casos presentamos denuncias ante la Fiscalía para responsabilizar a estas personas, aprehenderlas y someterlas bajo los alcances de la ley”, expresó.
Guardaparques del Parque Nacional Ñacunday durante un monitoreo de control, encontraron tablones de madera dispuestos en el parque. Los mismos dieron aviso a sus superiores y realizaron la denuncia correspondiente a la Fiscalía. No se encontró a los responsables.