La gota que le colmó el vaso al Tata fue cuando se topó con la poca predisposición de los dirigentes del fútbol argentino para ceder a los jugadores para entrenar con miras a los Juego Olímpicos.
Martino llegó al predio de la AFA para entrenar con los juveniles y se encontró con 10 de los 22 jugadores con que debía contar. Eso explotó en el entrenador, sumado a las derrotas deportivas, la falta de pagos de salarios (seis meses), la renuncia de jugadores y falta de dirigentes, armaron la tormenta perfecta para que el Tata renuncie a su cargo.
En redes sociales, varios argentinos salieron a festejar la partida de Martino y nuevamente sacaron a relucir la frase que decía que Martino “tenía una Ferrari y la chocó” (sobre su fracaso dirigiendo al Barcelona).
Rápidamente, la AFA designó a Julio Olarticoechea como nuevo entrenador del combinado para las Olimpiadas de Río de Janeiro.
SIN RUMBO. La dirigencia argentina está en su peor momento, sin presidente ya que Luis Segura no está al mando, tras la renuncia de Messi, Agüero y otros. La prensa vecina plantea varios candidatos, pero AFA está sin cabeza.