El flamante intendente de Limpio, Carlos Palacios, asumió al cargo y aseguró que no aplicaró ninguna revancha contra aquellos funcionarios liberales que ingresaron en los últimos 25 años de administración liberal. A corto plazo, su prioridad será atender la problemática que enfrentan 1.500 personas afectas por la crecida del río Paraguay.
Después de 25 años de administración liberal, los colorados retoman el poder en la Comuna limpeña. “Estamos preparados para cumplir con el compromiso que asumí para ayudar a mi comunidad. Sacarla de la situación en que se encuentra”, aseveró Palacios.
“Vamos a tener una oficina de recursos humanos en donde vamos a calificar a los funcionarios. De hecho que nosotros no vamos a barrer. No habrá represalias. No soy de ese tipo de personas. Sí vamos a calificar y seleccionar a los mejores valores. Aquellos que cumplen funciones específicas, vamos a tratar de respetarlos”, significó.
Damnificados
Una de sus primeras acciones será ocuparse del drama de los inundados que se encuentran en la jurisdicción de Limpio. El nuevo intendente dijo que en los primeros cien días tenía pensado reconstruir la ciudad, mejorando los caminos, calles y accesos a los principales barrios.
“Lastimosamente, hoy me sorprende la crecida del río Paraguay. Estamos asistiendo a más de 300 familias, a quienes estamos ayudando llevando chapa, terciadas y alimentos. Otro fenómeno que tenemos es la tormenta. O sea, tuvimos dos azotes, pero estamos firmes y ayudando con la Secretaría de Emergencia Nacional”, afirmó Palacios.
Destacó que la asistencia que están brindando desde la administración municipal se hará sin distinción de banderías políticas. No se discriminará a nadie por pertenecer al PLRA o a otro sector opositor.
Inclusive, mencionó que están asistiendo en la zona 4.ª Etapa, lugar donde Palacios recibió un disparo durante la campaña electoral. “Sorpresa. Aquel que era rebelde con nosotros ayer, hoy nosotros les estamos acompañando y llevándoles alivio en sus casas”, sentenció.