Padre e hijo fueron acribillados en la tarde de este miércoles por personas desconocidas en el barrio Manorá de Asunción. La camioneta en la que se trasladaban ambas víctimas recibió un total de 33 impactos de proyectiles.
El niño de cinco años identificado como Gabriel Giménez González recibió la mayor cantidad de disparos de arma de fuego, según el estudio forense realizado por el doctor Félix Colman.
“Tuvo una lesión terrible a nivel del cráneo, recibió otras heridas a nivel del tórax lado izquierdo y en los miembros inferiores”, expresó durante una entrevista con la emisora 780 AM.
Mientras que a su padre, William Giménez Bernal, de 28 años, se le constató un impacto de bala en la cabeza, que fue mortal, con orificio de entrada y salida. Sin embargo, otras heridas no se le encontraron en el cuerpo.
Con relación a las armas utilizadas, el médico forense mencionó que se trataría de proyectiles de grueso calibre, aunque no lo supo precisar con exactitud.
“Así, de buenas a primeras, no se trata de calibre 22, 32 ni 32. Los armamentos usados son de mucho mayor calibre. No se puede precisar porque solo ya eran fragmentos y esquirlas lo que llegamos a extraer”, afirmó.
El ataque alerta sobre la llegada a la capital del país de ataques violentos similares a la guerra de facciones de frontera. La víctima visitó en cinco ocasiones en la Agrupación a Jarvis Chimenes Pavão.
En el hecho también resultó herido Wiler Fidelino Lezcano (28), quien recibió varios impactos superficiales de bala y está internado con custodio policial en el Hospital de Trauma de Asunción. Lezcano también es residente de la capital de Amambay.
Ever Luiz de Figueredo Soudo, de nacionalidad brasileña y con antecedentes por un caso de asalto en Pedro Juan, es una cuarta persona que iba en la camioneta Toyota Fortuner con chapa BZR706, junto a las víctimas.
Por otro lado, el vehículo rociado a tiros y conducido por William pertenece –según los investigadores– al Grupo Cristo Rey SA., propiedad de Clemencio Gringo González, quien cuenta con orden de captura por narcotráfico.
El establecimiento Cristo Rey, de Gringo, fue allanado por policías el 8 de agosto pasado, donde fueron detenidos once supuestos miembros del PCC. Gringo González se encuentra prófugo desde que en enero del 2015 logró rescatar de la Jefatura de Policía del Amambay 252 kilos de cocaína.