“Las fotografías dicen que ella estaba encerrada prácticamente las 24 horas, estaba postrada en la cama. Para mí esto fue como un rescate”, manifestó la fiscal Claudia Aguilera en comunicación con la 1080 AM. Sostuvo: “si no hubiéramos intervenido ayer (jueves), ya no amanecía viva”.
De acuerdo a datos preliminares, en los últimos días la joven ya ni podía alimentarse, ya que tenía la mandíbula prácticamente destrozada. Tenía moretones de larga data, no todos los golpes eran nuevos.
Según la fiscal, la mujer estuvo encerrada entre 10 y 12 días, tiempo que estuvo incomunicada con su familia.
Hace un año y ocho meses, la joven ya había denunciado a su misma pareja por violencia. En aquella ocasión, acudieron el papá de la víctima y su cuñado. Este último había sido agredido por el denunciado.
El hombre, de 29 años, será imputado este viernes en horas de la mañana por las siguientes causas: feminicidio en grado de tentativa, privación de libertad y coacción grave, exponiéndose a una pena de hasta 30 años, explicó Aguilera.
La víctima, internada en el Hospital de Trauma, presenta traumatismo y hematomas en el rostro y en el cuerpo. El diagnóstico médico completo también se dará en el transcurso de esta mañana.
El caso parece sacado de una película de terror, pero lamentablemente es uno de los hechos punibles más ocurridos en Paraguay, lamentó la fiscal.
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El abogado que defenderá a la víctima, Arnaldo Martínez, también agradeció que la misma siga con vida, coincidiendo con la fiscal en que tenía golpes de consideración.
Desde el ámbito jurídico aseguró que harán que la justicia caiga con todo el peso y el agresor reciba una condena ejemplar.
“El hombre que pega una vez, pega dos veces, ya no cambia”, enfatizó el letrado. La pareja no tenía hijos.
Renunció a su trabajo
La joven ya ni siquiera iba a trabajar, lo que llamó la atención de sus compañeros y del propio jefe. Fue este quien se comunicó con ella para preguntarle sobre sus ausencia. La respuesta que recibió fue casi macabra: “Renuncio jefe, en pocos días ya vas a saber por qué", le dijo.
En ese momento, su superior pidió a una de sus compañeras que se comunique con ella, y fue a esta mujer a quien la víctima llegó a enviarle una fotografía de sus pies con moretones, pero no llegó a confesarle qué le pasó.
Esta fue la foto que la compañera de trabajo le pasó a la familia de la víctima, y así la denuncia se realizó ante la Fiscalía, que procedió al allanamiento de la vivienda donde la encontraron postrada.