“Empezamos el diálogo desde setiembre del año pasado, cuando le dije (a Lugo) si no había llegado el momento de discutir lo que ocurrió en el 2012”, haciendo referencia al juicio político que precipitó la caída del ex obispo.
Llano dijo que a nivel de la dirigencia y las bases coincidieron en rearmar el acuerdo político que hizo posible la alternancia en el 2008. “Tras decidir que no quede ninguna herida, escuchamos a la gente y en ocho a diez reuniones nos dimos cuenta de que añoran la vuelta de Lugo”, significó.