25 abr. 2024

La impunidad de los políticos lleva a consolidar la corrupción

Hace poco más de un año, este diario publicó una investigación periodística en la que se demostraba cómo el diputado colorado por Paraguarí, Tomás Éver Rivas, hacía figurar a tres empleados particulares suyos como contratados en la Cámara Baja para pagar sus salarios con dinero del pueblo. La Fiscalía abrió una investigación con base en lo publicado, pero, a pesar de las evidencias demostradas, no formuló ninguna imputación y ahora el político busca su reelección. Es apenas uno de los muchos casos en que el Ministerio Público y el sistema de Justicia favorecen a la impunidad y consolidan la corrupción, causando la pérdida de credibilidad y de confianza ante la ciudadanía.

“Diputado Rivas paga a sus caseros con dinero del pueblo”, titulaba este diario en la portada de su edición del miércoles 22 de febrero de 2017, anunciando una amplia investigación realizada por sus periodistas, que se desplegaba en páginas interiores y demostraba con fotos, documentos, testimonios y entrevistas cómo el diputado colorado por Paraguarí, Tomás Éver Rivas, mantenía a tres personas que prestaban servicios en su residencia particular en la ciudad de Ybycuí, en su estancia y empresa comercial, situadas en la misma localidad, pero las hacía figurar como funcionarios de la Cámara de Diputados, en Asunción, en donde percibían sus respectivos salarios.

El nuevo caso de pagar a personas que trabajan en provecho particular con dinero del pueblo repetía el mismo esquema que había sido utilizado anteriormente por el también diputado colorado José María Ibáñez, cuando medios de prensa revelaron que el mismo mantenía a tres caseros de su quinta en Areguá, haciéndolos figurar como funcionarios de la misma Cámara de Diputados, donde percibían sus salarios, aunque solo cumplían tareas en su servicio doméstico, y aún les quitaba una parte del dinero.

El diputado Ibáñez fue imputado en 2013 por la Fiscalía de Delitos Económicos por los delitos de estafa, expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso, así como por cobro indebido de honorarios, pero hasta ahora ha logrado evitar que se realice su juicio oral, acudiendo a incontables chicanas a través de sus abogados, con la complaciente permisividad de la Fiscalía y del sistema de Justicia.

En el caso del diputado Rivas, el fiscal Luis Piñánez, de la Fiscalía Anticorrupción, abrió una investigación tras la publicación de la investigación de Última Hora, pero a más de un año de haberse hecho pública la denuncia, a pesar de las evidencias mostradas por este medio de prensa, no se ha formulado ninguna imputación ni se han realizado mayores acciones para avanzar en el caso.

Estos son dos claros ejemplos de cómo la Fiscalía y el sistema de Justicia favorecen la gran impunidad de los políticos. En el caso de José María Ibáñez, nuevamente se presenta a buscar su reelección en estos comicios, en el lugar número siete de la lista de candidatos a diputados del Partido Colorado por el Departamento Central, y en el caso del diputado Tomás Éver Rivas también lo hace, figurando en el segundo lugar de la lista de candidatos a diputados del Partido Colorado por el Departamento de Paraguarí.

Ahora que el Ministerio Público tiene a una nueva fiscala general, que ha prometido realizar cambios para intentar recuperar la credibilidad y desechar la gran desconfianza que persiste en la ciudadanía hacia la institución, debería tener en cuenta estos dos ejemplos y promover algunas acciones para remediarlos. De lo contrario, todo seguirá igual y al ciudadano elector solo le quedará la opción de hacer justicia con sus votos en las urnas.

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