Pese a la difícil situación que le toca atravesar a tan corta edad, la niña no pierde la esperanza de recibir el atípico regalo de Navidad que con mucha fe pidió a Papá Noel, un nuevo corazón para seguir viviendo.
Los niños internados en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu aguardaban este viernes la visita de Papá Noel, quien llevaba una bolsa cargada de obsequios.
En las habitaciones se veía el brillo en los ojos de los más chiquitos; mientras que los más grandes miraban incrédulos pero siempre atentos por descubrir qué salía del saco de los regalos, informaron desde el Hospital.
Mucha alegría se vivió durante el recorrido, los padres agradecieron el gesto de aquel hombre que bajo la barba blanca y atuendo rojo acostumbra a trabajar desde la jefatura de Recursos Humanos del Hospital Pediátrico.
Al llegar al área de cardiología, una pequeña niña, de tan solo 8 años, extendió sus brazos hacia Santa con la esperanza de que el deseo plasmado en su carta se haga realidad.
Ella pidió un corazón –el que necesita para poder vivir una vida plena–. Los pedidos de juguetes también estuvieron presentes, pero en segundo lugar: Una casita de muñecas para ella y un tractor para su hermano Jorgito.
Entre lágrimas, Papá Noel relató el momento en que Jenni le entregaba la carta, con una sonrisa en los labios, llena de esperanzas. Ella dibujó además el Hospital que la alberga y sobre este, un corazón donde nombra a Jesús.