Estuvo apenas 15 minutos en el conflictivo cruce de Choferes del Chaco y Eusebio Ayala. Pero su determinación y su espíritu de servicio lograron ordenar el caos. Con un silbato y sus ganas de remediar lo que parecía irreparable se animó y lo logró. Igor De Mello relató a ÚLTIMA HORA.COM por qué lo hizo y cómo fue “domar” la fiera que fue en la tarde del viernes la prepotencia de los conductores que circulaban por el transitado cruce.
“Es la tercera vez que me toca algo parecido. Las dos primeras veces no pude hacerlo (bajar y ordenar el tránsito), pero en esta tercera ya no podía quedarme de brazos cruzados, tras quedarme también atascado”, relató De Mello, que es docente en varios colegios de la capital.
Explicó que siempre tiene un silbato con él, ya que como docente de colegios secundarios es una buena herramienta para lograr la atención de sus alumnos. Y fue con el silbato que se animó a meterse entre los vehículos.
“Al comienzo de la situación fue un poco difícil porque nadie quería ceder, hubo camiones, colectivos, coches, nadie iba a pasar si alguien no cedía. Por suerte, luego la gente entendió y se descomprimió un poco”, dijo De Mello en relación al conflictivo cruce.
“De a uno fui sacando, me quedé en el medio, igual que el control semafórico. Hice lo mismo, pero utilizando el silbato. Hay gente que no quería parar pero delante de un bus me puse enfrente. Ahí se dieron cuenta y me empezaron a obedecer”, comenta sobre cómo fue ablandando a los automovilistas.
“Conozco la Ley de Tránsito. Lo aprendí bien y aparte, el básquetbol te da mucha expresión. Soy una persona con mucha expresión corporal y con eso me hicieron caso”, explicó el hombre que en sus años mozos integró la selección paraguaya de básquetbol.
Luego de unos 15 minutos de arduo trabajo, en medio del infierno del asfalto, Igor entregó la posta a “un cabizbajo agente de tránsito”, que medio tímido se animó también a dirigir el tránsito.
Plan de contingencia
Consultado acerca de esta grave situación que implica no tener energía eléctrica y que esa situación provoque un colapso en los semáforos, De Mello admitió que es tolerable que se vaya la luz, pero las autoridades deberían tener un plan de contingencia para estos casos. “Lo que hay que ver es qué tenemos que hacer si se va la luz”, cuestionó el hombre que tiene 53 años y es padre de dos señoritas. “Se tendrían que prever esos temas”, añadió.
Tras su labor el viernes y gracias a que su caso se viralizó en redes sociales, De Mello ahora recibe un cariñoso mote de parte de sus allegados. “Mis compañeros de facultad me dijeron ‘te vemos como el zorro para los días caóticos”, comentó.
De Mello fue jugador de básquetbol profesional, militó en varios clubes de la capital del país y también integró la selección paraguaya de mayores; luego fue refere de esta disciplina, tanto a nivel local como internacional, y actualmente se desempeña como profesor en colegios como el Técnico Javier, el CEPB, el CNC o Juan Pedro Escalada.
Asimismo, da charlas motivacionales a jóvenes y dirige también una empresa de mensajería privada.
“Me gusta el servicio a los demás, por ahí vino la decisión de ordenar el tránsito. No me gusta quedarme parado y no hacer nada cuando hay una situación así", concluyó.
Cientos de conductores agradecieron ayer su gesto. Para muchos fue la válvula de escape, para miles una esperanza de un país mejor.