Los funcionarios se llamaron al paro en la UNA el viernes 10 de noviembre, hace seis días. Este paro afecta directamente a los estudiantes y egresados que no podrán realizar trámites administrativos de sus documentos académicos ante la protesta de los trabajadores.
El grupo de funcionarios se manifiesta con bombos y carteles frente al Rectorado. Además, queman ruedas de vehículos en medio de los gritos por un mayor presupuesto para la alta casa de estudios.
El monto de la adenda (G. 42.000 millones) fue rechazado por la Cámara de Diputados la semana pasada, a pedido del Ejecutivo, tras calificarla de insostenible para el Presupuesto General de la Nación.
“No tenemos respuestas por parte del Rectorado ni de los parlamentarios. Solo les pedimos a las autoridades que se respete nuestro contrato colectivo y se nos aumente el salario. Hay gente que gana menos del salario mínimo”, comentó una de las funcionarias.
Dijeron que les duele que desde el Congreso no escuchen sus reclamos. “Somos personas trabajadoras y el salario acá es muy básico. La gente cobra menos del salario mínimo legal y no tenemos IPS”, añadió.
Por su parte, aclararon que las clases se desarrollan con normalidad, así como los exámenes, dentro del campus de la UNA. Sin embargo, son los procesos administrativos los que sufren un quiebre.
“Lo que está fuera de servicio es la mesa de entrada e informe para gestiones de título, constancias de trabajo, constancias académicas, autenticación de documentos y la caja por estos servicios. Esto se está resintiendo”, precisaron en contacto con Telefuturo.