En Paraguay, esta economía subterránea, que comprende actividades económicas ocultas para evitar su medición y evadir impuestos, así como ingresos personales no reportados, actividades comerciales no declaradas, falsificaciones, juegos ilegales, venta de estupefacientes, etc., mueve unos 11.700 millones de dólares.
Esta cifra equivale a casi el 40% del producto interno bruto del Paraguay, muy por encima de las participaciones de las economías subterráneas de la región. La economía informal del Brasil representa el 16,7% de su PIB y en Argentina fue de 26,1%. En Bolivia, el porcentaje es superior al 67%.
La evasión impositiva reduce el margen de maniobra de los gobiernos para atender las necesidades sociales como educación, salud, vivienda. En cuanto a la menor competitividad de las empresas, se da entre las que trabajan en el marco de la legalidad, dado que deben enfrentarse con las empresas cuyos costos se reducen notoriamente al no pagar impuestos ni cumplir con las leyes laborales, sin mencionar el ingreso de mercaderías de contrabando. La imagen país ese ve afectada de igual manera con esta situación.
Entre las acciones que se deben llevar adelante para reducir el dinero que se mueve informalmente, o fuera de la legalidad son la lucha contra la impunidad, enfrentar el problema en forma regional, fortalecer los controles internos y aduaneros, así como cambiar la cultura desde las escuelas.