Vanessa Rodríguez | Misiones
Se realizó cerca de las 17.00 de este viernes en la casa del padre de Fiorella. Inició con una misa y luego se concretó un brindis hecho para los niños de la localidad. Compartieron chocolatada con galletitas para los menores y mate dulce para los adultos, con el fin de que la memoria de la pequeña siga viva para todos, pese a su lamentable deceso.
En una mesa prepararon agua y velas con las fotos de la menor, que fueron bendecidos y distribuidos a los presentes para llevarlos al cementerio.
También participaron los integrantes del coro San Blas de Santiago Misiones, constituido hace nueve años y que cuenta con niños y adolescentes de entre 6 y 17 años de edad, bajo la dirección de la señora Sonia López y el acompañamiento de Gregoria Sánchez, conocida como Ña Goyi.
EL VELORIO DE LA CRUZ
En el interior del país es tradicional despedir a un fallecido siguiendo con un esquema de acciones. Primero se realiza el velorio del cuerpo presente, luego la novena y por último se realiza el velorio de la cruz; con el fin de llevar esa cruz al panteón con la bendición de algún sacerdote.
EL CASO
El director del Ineram, Felipe González, había dicho que la menor murió a las 9.20 del sábado 8 de julio, tras largas horas de agonía. Durante su embarazo, su madre tomaba alcohol y consumía drogas, según consta en otra causa.
Fiorella tenía solo dos años de edad; sufrió daños severos en la cabeza producto de golpes, presumiblemente también fue tirada contra la pared por su propia madre. La mujer ya fue recluida en el Centro Penitenciario para Mujeres “Casa del Buen Pastor” por orden del juez José Agustín Delmás.
Tras la muerte de la menor, el fiscal de San Ignacio (Misiones), César González, quien interina a su colega de Santa Rosa, José Luis Llano, presentó la ampliación de la imputación contra Silva por homicidio doloso, lesión grave, maltrato y violación del deber de cuidado, en el Juzgado de San Juan Bautista.