Las fiestas de fin de año son un período en que surgen varias descompensaciones de las patologías crónicas, que sumados al “síndrome de fin de año” generan mucho estrés y la sensibilidad de las personas está a flor de piel, aumentan el nerviosismo, inestabilidad y obsesividad de querer todo.
Aparecen los casos de hipertensión, diabetes, EPOC y las dilipidemias que dan como resultado derrames, descompensación de dializados, pacientes con neumonía o con alteraciones cardiovasculares, entre otros, porque se descompensa el cuadro neurológico y a su vez la parte de las patologías de base.
La ansiedad de fin de año induce a consumir en exceso bebidas alcohólicas, carbohidratos y sal, además del gran componente graso de la alimentación sumado al descontrol de la medicación respectiva al tratamiento que sigue el paciente.
Esto da como consecuencia la intoxicación alimentaria como también el desenlace fatal en pacientes inmunodeprimidos (oncológicos, con VIH, diabéticos, etc.).
Según las estadísticas, existe un elevado porcentaje de óbitos como resultado de las descompensaciones por los excesos de fin de año, en su mayoría adultos mayores, con patologías crónicas que con la carga emocional de la época no resistieron a las complicaciones.
El doctor Hugo Martínez, clínico médico del hospital central, recomienda prevención en estas fechas.
Prevenir ingerir en exceso sal, bebidas alcohólicas, comidas no higiénicas o de larga conservación (atendiendo a las altas temperaturas) y la temporada de virus y auge de infecciones gastrointestinales (diarreas, gastroenteritis virales, o cualquier otro proceso infeccioso) que descompensa en gran medida si no se toman los recaudos necesarios a tiempo.