Un equipo multidisciplinario de la Secretaría del Ambiente conformado por abogados de la Dirección de Asesoría Jurídica y técnicos de la Dirección de Áreas Protegidas y Fiscalizadores Ambientales, con resguardo de la unidad especializada Deboa, de la Policía Nacional, intervino la Reserva Científica Yberá.
En el recorrido observaron que el sitio se encuentra ocupado por unas 180 familias que cuentan con viviendas precarias, en su mayoría con pozos artesanales. En el lugar se asienta una escuela, Mártires de Curuguaty.
Asimismo, se observó que en el acceso principal de la reserva se tala, se quema y se extraen rollos. Esta práctica se extiende en dos líneas con un ancho de 200 metros aproximadamente y 10 kilómetros de largo cada una, cuyo perímetro fue devastado para su loteamiento y posterior ocupación.
También se visualizó a lo largo de dicha superficie la cantidad de 500 rollos de especies nativas (lapacho, yrunde’y pará, ybyra pyta) en estado de reposo, presumiblemente listos para ser extraídos de la reserva. En algunos casos los ocupantes ya cuentan con pequeñas chacras de autoconsumo.