El Presidente acusó a los trabajadores de la prensa, diciendo que le pone corazón, honestidad y “toda la predisposición” a su gestión, pero que los trabajadores de los medios “hacen todo mal”. Y consideró que dar declaraciones a la prensa “no vale la pena”.
Esas declaraciones las realizó al culminar la verificación de los avances de las obras de la ruta Nº 8 Blas Garay, en el departamento de Caazapá. Los periodistas le consultaron sobre los trabajos, y esa fue su respuesta.
Al mandatario no le gustaron las publicaciones periodísticas que señalaban su falta de atención a los pacientes que le reclamaban un mejor servicio en el Hospital Regional de Luque. Sostienen que las personas que criticaron ese día fueron contratadas para ese fin.
Posteriormente, en un almuerzo político, expresó que no espera en las tapas de los medios de comunicación la publicación de “noticias buenas”.
Tras sus varias declaraciones poco afortunadas, los asesores de Comunicación del titular del Ejecutivo optaron por que el mandatario no hable más con la prensa, sino solamente a través de la agencia estatal IP Paraguay.
Poco antes de finalizar el 2014, el jefe de Estado había hecho sus últimas desafortunadas declaraciones del año, consultado en un acto en Areguá sobre el fallecimiento de una persona mientras esperaba que los productores de chía liberaran la ruta 10 Las Residentas, a la altura de Yasy Cañy, Canindeyú, respondió: “Mirá la pregunta que me hacés. ¿Qué querés que haga con el muerto; se murió porque estaba ahí", desatando nuevas críticas a sus expresiones.