Richart González | Guairá
El Parque Atynguy de Yacyreta había donado tres ejemplares en agosto del año pasado, para reemplazar a los anteriores que poblaban el lugar y que por diversas razones fueron reduciéndose a uno solo, de los siete animales que hubo en su momento.
El carpincho mamá y las dos crías, macho-hembra, fueron lanzados a la laguna del Ykua Pytâ del parque Manuel Ortiz de Guerrero, previo acondicionamiento del espacio. Asímismo, se han colocado vallados como medidas de protección.
Cristhian Portillo, responsable del Parque, dijo a Última Hora que estos carpinchos están por cumplir un año de estadía en el lugar pero que anteriormente ya había ejemplares desde la década de los 90.
“Por causas naturales habían fallecido los ejemplares que estaban acá y para no perder la esencia del parque se trajo a más animales el año pasado. Ellos se alimentan de mazorcas, mandioca, caña dulce y otros”, señaló Portillo. Sin embargo, los pastos, plantas acuáticas o algas son las preferidas de estos animales.
Comentó que los carpinchos recorren prácticamente todo el parque, pero que frecuentan un monte con mucha vegetación que se encuentra a orillas de la laguna, donde reciben la alimentación tres veces al día.
Uno se llama Tui, otro responde al nombre de Mario, pero la madre sigue en espera de un nombre. “Estamos analizando el nombre de este carpincho, que está preñada y espera crías, que ya serían guaireñas”, indicó.
En general es un animal que está bien organizado fisiológicamente. Si lo comparamos con los otros roedores, debemos apreciar que la cabeza es bastante grande y que las orejas son más oscuras. Su cuerpo carece de cola y el pelaje que tiene es de un color pardo rojizo.
Llegan a medir hasta aproximadamente un metro treinta de ancho mientras que la altura está en unos cincuenta centímetros. El peso que tiene oscila de los cincuenta a los ochenta kilos.
El capibara, en guaraní, que significa amo de las hierbas, es conocido en Paraguay como carpincho y posee el nombre científico Hydrochoerus hydrochaeris. Es considerado el roedor más grande del mundo y habita en toda América del Sur.
En Villarrica, estos ejemplares son muy admirados y están acostumbrados a convivir con las personas, ya que en el parque suele haber mucha concurrencia.
Hay quienes van al lugar a reposar, compartir tereré o practicar deportes, mientras contemplan la abundante naturaleza del lugar. En el caso de sentirse amenazados, estos animales corren rápidamente a la laguna para resguardarse.