Se trata de Rogelio Soria, Javier Sachelaridi y Hugo Rojas, suboficiales ayudantes, quienes fueron condenados a 12 años de prisión.
En tanto, el suboficial Édison Torres recibió una pena de 10 años de prisión; el oficial primero Guido Aguilara 7 años seis meses y el suboficial segundo Néstor Villasboa fue penado a 6 años de prisión. Estos prestaban servicio en la Comisaría 11ª de Arroyo Seco.
Además, el presidente del Tribunal, Rodríguez Massi, dispuso la inmediata prisión para los condenados, que fueron trasladados a la Agrupación Especializada.
El fiscal Luis Armando Said Frágueda, durante la realización del juicio, solicitó la pena privativa de libertad de 12 años de prisión para Soria, Sachelaridi, Rojas, Aguilar y Torres. En tanto para Villasboa solicitó 10 años de prisión, alegando que este fue el único que auxilió a la víctima y pidió disculpas durante la audiencia.
Verónica Lugo, con lágrimas en los ojos, solo se remitió a decir que se hizo justicia.
Por otra parte, siguen prófugos de la Justicia el suboficial Néstor Chaparro y el oficial ayudante Javier Peralta. El 22 de agosto del 2008, Verónica Lugo había recibido tres impactos de bala tras una persecución policial que se inició en Itá y que terminó en la casa de la víctima, en Ñemby. Los agentes balearon el rodado poco antes de ingresar a su casa, supuestamente en persecución de un sujeto que estaba siendo buscado y que tenía el mismo automóvil.