Paraguay sigue con una estructura tributaria inequitativa, compuesta fundamentalmente por impuestos indirectos, que son los que golpean en mayor proporción a los más pobres, que no se salvan del IVA (impuesto indirecto), por ejemplo, pues casi la totalidad de sus ingresos se destina al consumo, de acuerdo al economista del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), Julio Ramírez.
Mientras tanto siguen habiendo sectores que, pese a la gran concentración de riqueza, aportan poco y nada al Estado de manera directa, como el caso del sector agropecuario, cuyo aporte directo representó solo el 0,91% de las recaudaciones del Estado en el 2013. Esto llevó a decir al ministro de Hacienda, Germán Rojas, que los agroexportadores “aportan cero y menos cero” a las arcas públicas en tributos directos.
Entre los países de la región se puede observar que Paraguay y Bolivia poseen la mayor proporción de impuestos indirectos sobre directos. Mientras que en Brasil y Chile, la presión tributaria que ejercen los impuestos directos llegan a 9,2% y 7,5% del producto interno bruto (PIB), respectivamente, en Paraguay el peso es de apenas 2,6% (ver infografía).
golpe de gracia. La semana pasada, el Gobierno, a través de los diputados colorados, sepultó las esperanzas -de un sector de economistas y analistas con visión más social- de un aporte más significativo del sector sojero al enviar al archivo el proyecto que grava con 10% las exportaciones de granos.
Este impuesto, en un buen año agrícola, podría dejar USD 350 millones para gastos sociales. Sin embargo, el Gobierno mantiene cifradas sus esperanzas de mayor recaudación en la vigencia del IVA agropecuario y la renta (Iragro). Recién el año próximo se podrá evaluar el impacto de estos dos impuestos.
regresivo. “Mientras los impuestos directos son considerados progresivos, porque gravan de manera creciente los ingresos de las personas, los impuestos indirectos son regresivos porque gravan el consumo de las mismas. De esa manera, los impuestos indirectos generalmente gravan más a quienes menos ingresos perciben”, explicó Ramírez
“Es la realidad que se observa en el Paraguay, donde el IVA , el impuesto indirecto por excelencia y el de mayor peso en la estructura tributaria, representa una presión tributaria del 18,3% sobre los ingresos del decil más pobre de la población, mientras que la carga para el decil más rico es de solo de 4,6% de sus ingresos”, agrega el informe remitido a ÚH.
gasto social. Además, Ramírez añade que una parte significativa del gasto social del Gobierno está dirigido más bien a los no pobres antes que a los pobres. “El gasto social que llega a los pobres en forma directa es reducido”, indica.
“Los gastos sociales que pueden ser considerados transferencias directas son los rubros de “promoción y acción social” y de “jubilaciones y pensiones”, que en conjunto representan aproximadamente el 2% del producto interno bruto”.
