Eran las 02.00 de la mañana del lunes cuando Mariana, (nombre ficticio con el que conoceremos a esta mujer) caminaba las cinco cuadras que le llevaban llegar a su casa, en el barrio Mbocayaty de Ñemby, cuando fue interceptada por un asaltante que, apuntándola con un arma, la dejó sin su teléfono celular.
Luego, no contento con el robo, el desconocido la obligó a entrar a un yuyal, haciendo caso omiso a los gritos desesperados de la víctima que pedía auxilio sin que nadie pudiera escucharla, ya que se trata de una zona muy despoblada y con escasa iluminación. Mariana llevaba puesto un enterizo y no podía respirar porque este hombre que la había asaltado era mucho más fuerte que ella.
El asaltante la obligó a entrar en un yuyal en las inmediaciones de las calles Mangoré casi Máxima Lugo y allí abusó sexualmente de ella.
El informe del Puesto Policial 014 de Mbocayaty detalla crudamente cómo el degenerado delincuente le alzó la prenda de vestir (enterizo) para abusar de ella, mientras la grababa con el aparato celular “tanto su rostro como sus órganos genitales”.
La mujer, que lleva una vida sacrificada como moza, según fuentes de la investigación, fue despojada de su cartera, en la que guardaba 450.000 guaraníes, y del teléfono celular de la marca Samsung.
De acuerdo a la descripción que dio luego a los investigadores, el hombre que la interceptó tendría alrededor de 23 a 25 años, es moreno y de contextura física robusta; vestía una remera roja, short de seda color azul y en todo momento amenazaba a su víctima con un puñal.
contención. Mariana recibió atención por parte de profesionales psicólogos del Ministerio Público. También fue inspeccionada por médicos, quienes le sacaron algunas muestras.
Agentes de Criminalística llegaron hasta el lugar para recabar información.
Los investigadores mencionaron que no se tienen cámaras de circuito cerrado ni existen testigos presenciales del hecho.
El hecho está siendo investigado por la fiscala Fabiola Molas, quien no quiso brindar mayores detalles de lo sucedido para proteger a la víctima, según se excusó.