El caso fue denunciado por el abogado Aldo Darío Aguirre, coordinador de Asuntos Internos y Anticorrupción del Registro del Estado Civil y de la Secretaría Nacional Anticorrupción (SNA), ante la fiscal Rocío Valdez, de la Fiscalía Zonal de Santa Rita.
Las afectadas por denuncia son funcionarias del Registro Civil, fueron identificadas como las oficiales Deysy Báez y Mirtha Olmedo; junto con la supuesta viuda, Lourdes Da Silva Espiritu Santo, ya fueron citadas a prestar declaración indagatoria ante el Ministerio Público. Las funcionarias fueron las que adquirieron las hojas selladas o certificados de matrimonio cuyo contenido sería falso, según la denuncia.
Da Silva Espiritu Santo fue quien se presentó a través de sus abogados ante un juicio de sucesión iniciado por un sobrino de Leoncio Bartmanovicz, morador de la localidad de Santa Fe del Paraná, quien había fallecido el 20 de enero del 2014.
El ahora fallecido nunca contrajo matrimonio, lo que ocasionó que el sobrino Celso Bartmanovicz presentara una denuncia ante Asuntos Internos con relación a la posible falsificación del documento, según los antecedentes.
Paralelamente, la supuesta viuda también intentó registrar el matrimonio ante la Dirección General del Registro Público, donde constataron serias irregularidades en el documento.
Eso derivó en la denuncia de Aguirre, quien refirió que el 27 de setiembre del año pasado se presentó ante la Dirección General del Registro Público del Estado Civil de las Personas la señora Castorina Lourdes Espiritu Santo para solicitar la copia de un certificado de matrimonio a nombre de Castorina Lourdes Da Silva Espiritu Santo y Leoncio Bartmanovicz.
La copia presentada poseía datos de la oficina registral No. 506 del distrito de Minga Guazú, Libro 0001, Folio 033, Acta 00019, del 23 de febrero de 1983, según el denunciante.
Los funcionarios buscaron en el sistema informático y encontraron que tal matrimonio no existe en el Sistema de Gestión Registral, percatándose además de que la copia manual presentaba serias irregularidades en el certificado que la misma pretendía inscribir. Al ser descubierta, abandonó el lugar, dejando solo una copia del certificado.
La investigación interna del caso arrojó que el matrimonio no figura en la base de datos de la institución y el certificado no fue emitido o impreso a través del sistema, por lo que concluyeron que se trataba de un documento de contenido falso.
También corroboraron que las oficiales registrales Deysy Báez y Mirta Olmedo fueron las que adquirieron el papel sellado o certificado de matrimonio de la entidad, por lo que de oficio presentaron la denuncia ante la Fiscalía.