La inspección fue llevada a cabo por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) teniendo en cuenta la proximidad de la festividad religiosa más grande de todo el país el 8 de diciembre.
Una de las primeras muestras fue tomada del grifo, ubicado en el predio de la plaza Teniente Fariña, que de acuerdo con los parámetros analizados se concluye que la muestra cumple con las normas de calidad de agua potable.
Otra muestra fue tomada en la plazoleta del Santuario de la Virgen de Caacupé, donde también la calidad del agua cumple con las normas de potabilidad, así como del agua proveniente del Tupãsy Ykua.
Este lugar es uno de los más frecuentados por los fieles, quienes incluso atribuyen propiedades curativas al agua de la naciente.