PADANG
El balance por las inundaciones y los deslizamientos de tierra en varias partes de Asia superó el lunes los 1.160 muertos, al tiempo que Sri Lanka e Indonesia, los países más afectados, desplegaron efectivos militares para ayudar a los supervivientes.
Diferentes fenómenos meteorológicos causaron la semana pasada lluvias torrenciales en toda Sri Lanka, partes de la isla indonesia de Sumatra, el sur de Tailandia y el norte de Malasia.
En Sumatra, el balance de víctimas subió el lunes a 593 muertos y 468 desaparecidos, anunció la agencia de gestión de catástrofes.
“El agua me llegaba hasta el cuello”, contó a la AFP Misbahul Munir, de 28 años, habitante de Aceh Norte, en la punta septentrional de Sumatra.
Para los habitantes refugiados en centros de acogida, “las condiciones son preocupantes. Hay mujeres embarazadas y niños pequeños”, señaló.
AYUDA. El lunes por la mañana, al llegar al norte de la isla de Sumatra, el presidente indonesio Prabowo Subianto afirmó que la “prioridad del gobierno ahora es enviar la ayuda necesaria”.
El mandatario anunció el despliegue de aviones y helicópteros, además de los tres buques militares ya enviados a las zonas más afectadas, donde numerosas carreteras siguen intransitables debido al barro y los escombros.
En Sri Lanka, el gobierno pidió ayuda internacional y utilizó helicópteros militares para llegar a las personas aisladas por las inundaciones y los aludes.
“Nunca pensé que las inundaciones serían tan terribles”, confesó Dinusha Sanjaya, de 37 años, en un campamento de emergencia.
Al menos 390 personas murieron y 352 siguen desaparecidas en Sri Lanka, según un nuevo balance divulgado el lunes por las autoridades.
Las lluvias cesaron el lunes en Colombo, la capital, y había esperanza de que bajara el nivel del agua.
El presidente de Sri Lanka, Anura Kumara Dissanayake, quien declaró el estado de emergencia, afirmó que este es “el mayor y más difícil desastre natural” de la historia del país.
Las pérdidas y los daños son las más graves en Sri Lanka desde el tsunami asiático de 2004 que mató a unas 31.000 personas y dejó a más de un millón sin vivienda. En el sur de Tailandia, las inundaciones mataron a 176 personas, dijeron el lunes las autoridades, en uno de los fenómenos climáticos más mortales en el país en una década.