Cinthia González, esposa del periodista asesinado en Pedro Juan Caballero, Leo Veras, acusó directamente al diputado colorado Santiago Benítez de intentar sobornarla para que ayude a liberar de cargos a Waldemar Rivas Dias, alias Cachorrão, principal sospechoso de la muerte de su esposo.
En acusación directa, González relató que el diputado Santiago Benítez, dueño de la Radio Imperio, a quien identificó como “amigo de Leo”, días después de su muerte llegó con la propuesta de entregar información a la Fiscalía.
“Días después de la muerte de Leo, me llama el señor Santiago Benítez. Me pidió mediar para la entrega de un pendrive a la Fiscalía, con supuesta evidencia para favorecer al sospechoso de la muerte de Leo, que es alguien vinculado al crimen organizado”, explicó la viuda, quien agregó que ante la negativa, Benítez insistió.
“Santiago intentó muchas veces convencerme de entregar ese pendrive. A cambio, según él, me daría recompensa económica y protección. Si aceptaba la propuesta, le depositarían en su cuenta una cantidad de dinero”, aseguró la viuda.
Cinthia narró, además, un episodio en el que Benítez la citó en un hotel, donde Benítez realizó una llamada a Leo Veras, minutos antes de su muerte.
“En esa ocasión, me confesó haber hablado la noche antes del crimen. Según me dijo él, el día que mataron a Leo, le llamé y le pregunté si sabía alguna información de que se iba a matar a un periodista. Leo me respondió que no sabía de nada. Media hora después, mataron a Leo. Fueron las palabras de Santiago Benítez”, aseguró.
Cinthia dijo también que la abogada del principal sospechoso la visitó para confirmar si ella había pedido dinero para liberarlo del caso.
“Recibí la visita de la abogada del sospechoso en mi casa. Me dijo: ‘Waldemar te manda preguntar si realmente pediste los 10.000 dólares para declarar a su favor’. Obviamente le dije que no”, relató.
Trato denigrante y revictimización
La esposa del periodista relató que desde hace cinco años la Justicia le dio la espalda y fue víctima de todo tipo de actos denigrantes. Cinthia disparó contra la Fiscalía que la llamó a declarar recién “un año y tres meses después” de la muerte de su esposo, cuando ella fue testigo presencial. Se dirigió puntualmente a la ex fiscala general del Estado Sandra Quiñónez y su inacción sobre el procesamiento del celular y la computadora del periodista, donde refirió se podrían encontrar datos que “ayudarían a esclarecer el caso”.
“Y hoy le pregunto a la ex fiscala general Sandra Quiñónez, ¿qué pasó del teléfono de Leo? ¿Qué pasó de su notebook? Eran herramientas de trabajo de Leo que contenían informaciones sensibles y que podrían ayudar a esclarecer el caso de Leo, pero jamás se peritó los teléfonos ni el notebook”.
Además, denunció la nula respuesta institucional cada vez que intentó averiguar el paradero de dichos elementos.
“Las veces que me iba a preguntar a la Fiscalía de Pedro Juan Caballero no sabían responderme, siempre me decían que estaba en Asunción, que no sabían en qué unidad”.
Nota relacionada: Cómo el crimen organizado infiltró la Fiscalía: El asesinato de un periodista y la corrupción del sistema judicial en Paraguay
Policía le cobraba combustible
Cinthia González relató con crudeza el nivel de desamparo en el que quedó tras el crimen de Leo Veras. A pesar de ser testigo clave y viuda de un periodista asesinado por el crimen organizado, denunció que ni siquiera recibió protección digna por parte del Estado.
“Yo misma, sola, sin estructura económica, debía cargarle combustible a los policías que se iban a hacer seguridad a mi casa. Si yo necesitaba salir a algún lugar, les tenía que cargar el combustible a ellos”. Esta denuncia se suma a otros hechos de negligencia, presión e incluso faltas de respeto por parte de agentes estatales.
La viuda remarcó que “inclusive hubo personas de la policía que me faltaron al respeto”. compartió.