El presunto narcotraficante Erlan García López, alias El Colla, culpa a Sebastián Marset de estar detrás del secuestro de la madre de su hija y afirma que el uruguayo está escondido en un condominio de la zona del Urubó, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
A través de un video, publicado en las redes sociales, el presunto narcotraficante boliviano Erlan García López, alias El Colla, hizo mención de la supuesta responsabilidad de Marset del secuestro de la madre de su hija, al tiempo de describir la dirección que supuestamente Marset usa actualmente en Bolivia.
“Mediante este video quiero hacer conocer público el secuestro de la mamá de mi hija Zoraida Vanesa Ríos Moreira. Hago responsable a Sebastián Marset, que me viene amenazando que entregue mi vida o de lo contrario empezaría a secuestrar a mi familia más cercana”, expresó El Colla que cumple con arresto domiciliario por delitos relacionados al narcotráfico.
García López era un hombre cercano a Marset, y era considerado por los investigadores como su mano derecha en Bolivia, pero la relación se rompió por una supuesta traición que habría hecho contra el uruguayo y éste lo consideró un traidor.
El hombre aseguró que el propio Marset se comunicó con él a través de una videollamada que estaba protegido por altos mandos de la Policía boliviana, tanto por los de Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) como por los de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).
Las investigaciones de la Policía boliviana, en busca del narcotraficante uruguayo, terminaron salpicando a su gente de confianza, aquellos con quienes hizo vida social y negocios en el país vecino; entre ellos El Colla, quien fue sindicado de ser testaferro y mano derecha de Marset.
Sebastián Marset es uno de los principales investigados en el operativo A Ultranza, el mayor operativo desarrollado en Paraguay para desarticular una banda internacional de tráfico de cocaína a Europa y África.
La Operación A Ultranza, dirigida contra el tráfico de cocaína vinculó a una red criminal liderada por Marset, con más de 16 toneladas de cocaína incautadas en Europa, incluyendo una incautación de 11 toneladas en el puerto de Amberes en abril de 2021 y otra incautación de 4,7 toneladas en Paraguay.
La investigación fue realizada en coordinación con la Unidad Especial de Investigación y la Secretaría Nacional Antidrogas (SIU-Senad) de Paraguay, el Ministerio del Interior de Uruguay, Europol y la Oficina de la DEA en Asunción.
Recompensa por su paradero. La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés) del Departamento de Estado de los EEUU tiene una recompensa bajo el Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional (TOCRP, por sus siglas en inglés) de hasta USD 2 millones (G. 15.600 millones al cambio) por información que conduzca al arresto o la condena, en cualquier país, del presunto narcotraficante y lavador de dinero.
Simultáneamente, el Departamento de Justicia anunció la revelación de una acusación formal que imputa a Marset por cargos de lavado de dinero, derivados del movimiento de ganancias del narcotráfico a través de instituciones financieras estadounidenses, informó la Embajada de los Estados Unidos en Paraguay.
PAREJA DE PRÓFUGO NIEGA VÍNCULOS
Tras varias peticiones de la defensa, finalmente Gianina García Troche declaró ante el fiscal Deny Yoon Pak, en el caso de supuesto lavado de dinero en el caso A Ultranza Paraguay.
Luego de inconvenientes con el ingreso, finalmente los abogados defensores, encabezados por Luis Samaniego Correa, ingresaron al lugar de reclusión de García Troche.
En su declaración ante el fiscal Pak, García Troche señaló que no eludió la Justicia paraguaya, sino que salió del país porque uno de sus cuatro hijos tenía un año y medio, y estaba amamantando.
“Yo quise entrar a Dubái, pero no me dejaron porque tenía 12 alertas hasta incluso de terrorismo. Eso fue el 15 de junio de 2024, los cuales todas esas alertas se derrumbaron”, explicó en su declaración.
Aseguró que solicitó protección a España, pero que no fue una negativa a comparecer ante la Justicia de Paraguay, sino una medida preventiva ante la posibilidad de ser criminalizada de manera arbitraria como de hecho ha ocurrido, sostuvo.
“Niego rotundamente de haber participado en reuniones internacionales con personas vinculadas a hechos ilícitos; si no, el fiscal puede desmentir mi testimonio con pruebas que se basen en horarios, días, fechas, fotografías, dónde, cuándo, cómo y dónde tuvo una reunión”, acotó.