“El asalto de ocho años contra sus derechos protegidos por la Segunda Enmienda (de la Constitución de EE.UU.) ha llegado a un final apabullante. Tienen un amigo en la Casa Blanca”, aseguró Trump en un discurso ante la convención anual de la NRA, en Atlanta (Georgia).
“Les prometo esto: Como presidente, nunca interferiré con el derecho del pueblo de tener y portar armas. La libertad no es un regalo del Gobierno, es un regalo de Dios”, añadió Trump.