Los granizos destruyeron cultivos y viviendas en el Sur del departamento y hasta la tarde de ayer las autoridades municipales todavía seguían haciendo un levantamiento de los daños ocasionados por la tormenta, de acuerdo con lo revelado por Silvio Finkler, concejal de Naranjal.
El sector más afectado fue el del centro mismo de la ciudad, alcanzando a los barrios San Pedro, Villa Cooperativa y San Alfredo, donde se registraron roturas de techos de chapas de fibrocemento y hasta de material cerámico.
“Se conformó un equipo de emergencia para verificar los daños. Los 12 concejales decidimos donar el 50% de nuestra dieta, G. 2.000.000 cada uno, con lo que se pudieron comprar 2.000 chapas para entregar a las familias afectadas”, reveló el concejal.
Los que pudieron remendaron sus techos con membranas asfálticas, ya que en algunos casos no se registraron agujeros, sino rotura incluso en las chapas de seis milímetros denominados canaletones, atendiendo a su versión.
Otros puntos en los que se registraron daños a viviendas fueron en la colonia Jerusalén II del distrito de Iruña, que está ubicada en la misma franja del centro urbano de Naranjal; así como algunas viviendas de Santa Rita, donde no hubo un reporte oficial de los daños.
ENORMES. Granizos del tamaño de una galleta llegaron a caer en algunos lugares, conforme a los testimonios que recorrieron con imágenes en fotos o videos a través del servicio digital de WhatsApp. Los afectados mostraron cómo se juntaron las pelotitas de granizo en sus techos o patio, acompañadas de lluvia y viento de baja velocidad.
La Dirección Nacional de Meteorología había lanzado una alerta temprana sobre la formación de núcleos de tormentas desde el Sur del país, que podrían provocar este fenómeno climatológico. Una vez que cesó la lluvia el calor húmedo volvió al Alto Paraná, desde la mañana del jueves pasado.