El Banco Central del Paraguay presentó este viernes el resultado de los Indicadores Financieros de mayo en el que se observa que el sistema bancario y financiero de Paraguay sigue mostrando solidez y estabilidad, solvencia y baja morosidad.
Sin embargo, la liquidez del sistema mostró una reducción en mayo de 2025, en un contexto donde el crédito al sector privado crece más rápido que los depósitos.
Según los datos, la rentabilidad del sistema financiero se ubicó en 20,98%, mientras que la morosidad –que refleja el porcentaje de créditos impagos– se mantuvo en un nivel relativamente bajo de 2,63%. Por su parte, la solvencia alcanzó el 16,58%, superando los niveles mínimos requeridos.
Sin embargo, el indicador de liquidez quedó en 28,93%, cuando en abril se encontraba en 29,74%, reflejando una disminución mensual que podría estar vinculada al mayor dinamismo del crédito frente al ahorro.
En ese sentido, el saldo del crédito al sector privado creció un 17,28% interanual en mayo, impulsado tanto por los préstamos en moneda nacional (18,61%) como en moneda extranjera (14,44%). Este crecimiento respondería a una mayor demanda de financiamiento por parte de hogares y empresas.
En contraste, los depósitos del sector privado crecieron 10,94% interanual, mostrando una dinámica más moderada. Aunque se observó un buen desempeño de los depósitos en moneda nacional (12,68%) y extranjera (8,14%).
En el mercado de valores el volumen, negociado acumulado al mes de mayo de 2025 alcanzó G. 22.909.261 millones, lo que representó un crecimiento interanual del 31,89%.
Con relación a las decisiones de política monetaria en los bancos centrales que implementan meta de inflación, se recuerda que el Comité de Política Monetaria (CPM) del Banco Central del Paraguay decidió, en su reunión del 24 de junio, mantener la tasa de política monetaria (TPM) en 6,00% anual.
En su análisis, el CPM destaca el dinamismo favorable de la actividad económica del país durante los primeros meses del año, la alineación de las expectativas de inflación con la meta para el horizonte de política monetaria, el aumento de la incertidumbre por las tensiones geopolíticas, y el aumento de la inflación en EEUU.