Lo que comenzó como una alegría de la infancia, frente a un televisor, se transformó, años después, en una obra de arte y en uno de los momentos más importantes de su vida artística. Nick Marsal convirtió su admiración de toda la vida por la música de Shakira, en un cuadro profundamente simbólico, inspirado en la figura de la cantante que marcó su niñez.
Nick explicó que todo empezó en 2005, cuando apenas tenía seis años. Su padre llegó a casa con un DVD pirata que mezclaba varios videoclips. Entre ellos aparecieron por primera vez ante sus ojos los movimientos de Suerte y Ojos así y, desde ese instante, nació una admiración que se convirtió en imitación, baile, juego y, con el tiempo, en una forma de entender la libertad.
Nick mencionó que tiene un video casero bailando Hips Don’t Lie, que todavía sobrevive. Es el testimonio y la prueba, el recuerdo y la nostalgia de aquel niño, que veía en la música una vía de expresión sin miedos.
“Ahí se sembró una libertad que con los años se va perdiendo, pero que hoy estoy recuperando”, expresó.
Y esa recuperación tomó forma en un cuadro que retrata a la colombiana junto a sus hijos, representados simbólicamente como una loba y dos lobitos.
Nick dijo que la imagen que creó resume la fuerza, protección y amor que muchos sienten desde siempre, sin incluso haberla conocido personalmente.
Además de lo transmitido por Shakira en sus antiguos clips, Nick decidió que Paraguay y su historia personal y cultural deberían aparecer para darle identidad propia.
Por ello, la obra incorpora elementos profundamente ligados a eso, la bandera paraguaya y un auténtico ñandutí. “Porque mi arte nace acá, en mi cultura, con mi historia. Quise mezclar lo que ella me inspira con lo que yo soy”, expresó el artista.
Nick sueña con que la obra que pintó desde lo profundo del corazón y su niñez llegue a la artista. Sin embargo, la pintura también tiene un sentido íntimo, personal. “No sé si algún día llegue a sus manos, pero yo ya cumplí algo: transformar admiración en arte, arte por el arte que ella siempre me dio”, manifestó.
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El artista tendrá un lugar en el show de este viernes, según dijo, en el que estará “caminando con ella”, escuchando las canciones y mezclando la nostalgia de las viejas canciones frente al televisor y la realidad actual, con pantallas gigantes, luces y una evolución artística propia.
“No voy a ser yo exactamente, sino ese niño de seis años que se pasaba bailando en su casa frente al televisor. Siento que cerré un círculo”, explayó.
