Hasta el momento no se determinó la presencia de la enfermedad en cultivos comerciales de soja, solo en las plantas que crecieron a partir de la caída accidental de semillas durante los trabajos de siembra, de acuerdo con los técnicos. Los hallazgos se produjeron en las zonas de Capitán Meza y Pirapó, que pertenecen al segundo Departamento con mayor superficie de soja.
Ante el riesgo latente de propagación, el Senave llama a los productores a estar muy atentos teniendo en cuenta que las condiciones climáticas favorecen la diseminación de la plaga, especialmente en los cultivos más avanzados.
El monitoreo y aplicación oportuna de fungicidas son la clave para combatir esta enfermedad que amenaza al principal rubro agrícola de exportación del país.
La siembra está prácticamente finalizada y de acuerdo con las estimaciones del sector productivo, la campaña agrícola se extiende sobre 3,7 millones de hectáreas.
La roya asiática de la soja es una enfermedad producida por un patógeno biótrofo (necesita de un huésped vivo para sobrevivir), que se dispersa a través de esporas que transporta el viento y se depositan en la canopia del cultivo.