La Cámara de Senadores convocó a una sesión extraordinaria con un solo proyecto, que tiene media sanción en Diputados, “que garantiza el derecho de niños, niñas y adolescentes a la protección ante el criadazgo”. El proyecto fue rechazado por 25 legisladores y tan solo 7 votaron a favor.
Con la normativa se busca reglamentar y legislar al respecto para que, en casos donde se cometan exceso puedan tener consecuencias penales.
El opositor Eduardo Nakayama señaló que primeramente el criadazgo cumplió un rol noble muchas veces donde los niños y adolescentes accedieron a mejores oportunidades. Alegó que actualmente se habla de cómo se ha pervertido esa institución utilizándola y degradándola a la categoría de una trata de personas como subtipo, a la categoría de la explotación infantil y adolescente. “Se ha reducido a casos de abuso gravísimos”, lamentó.
En cuanto la expectativa de pena, la Cámara de Diputados estableció una pena de 20 años, pero los senadores intentaron reducir a 10 años. Esperanza Martínez propuso que sea de 5 años
Nakayama señaló que algunos legisladores pensaron que los 20 años era ya excesivo, “no por una cuestión punitiva sino desde el punto de vista de que podía favorecer excesos o abusos por parte de la Fiscalía o de algunos abogados que podían mal utilizar esto para extorsionar, entonces se acordó reducir la expectativa de pena a 10 años
“No se puede tener a un niño haciendo trabajo de adultos”, resaltó Esperanza en su alocución, alegando que se trata de una práctica cultural que debe ser eliminada.
La legisladora también reclamó que había pocos senadores en el debate. “Quédense en sus bancas, vengan acá a debatir. Por favor, que falta de respeto. Después me vienen a decir que les importan los niños, que van a hacer la siguiente ley mejor. Hipócritas lo que son”, exclamó.
“Si mañana la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos hace llegar un memo diciendo que el tereré nos va a dar cáncer a todos los paraguayos, igual nosotros no vamos a tomar tereré”, dijo Gustavo Leite para hacer una comparación. Señaló que el proyecto de ley que se estaba analizando es “antinatura”.
Agregó que dentro del criadazgo habrá casos de abuso y para eso ya hay leyes. “No criminalicemos una nueva figura que es parte de la paraguayidad”, manifestó.
Indicó que si se aprueba esta ley, probablemente “van a desembarcar algunas ONG casualmente europeas y se va a empezar a imputar a campesinos paraguayos”.
El senador liberal Éver Villalba señaló que “si queremos solucionar el criadazgo, mejoremos las políticas económicas, dar trabajo a esos padres y no les obliguemos más a salir del país. No esperemos que la solución venga del sistema penal”.
Dionisio Amarilla, refirió que cuando en la ley se le quiere obligar a someterse a la burocracia del Poder Judicial para hacerse cargo de los niños y adolescentes, probablemente a partir de ahí se puede dar con mayor frecuencia que “los chicos queden a la deriva”.
"¿Quién se va a quedar como encargado ante la posibilidad de que a futuro termine siendo sometido a uno de los presupuestos que se establece en el proyecto de ley y termine con sus huesos en prisión?, expresó Amarilla.
Por su parte, la senadora cartista Lizarella Valiente, quien fue la única de su bancada en apoyar la iniciativa, pidió los votos a favor de la versión del Senado, pero el proyecto fue rechazado totalmente.
Lamentó que todo el trabajo que se realizó con varias instituciones no se tuvieron en cuenta “Lamento mucho sobre todo el mensaje que llega a la sociedad, y se evidenció que es una práctica lastimosamente muy normalizada en nuestra cultura y no está bien. Porque sea algo cultural no significa que esté bien”, dijo sobre el criadazgo.