Wilson Ferreira
CIUDAD DEL ESTE
La situación es crítica. Los registros señalan que durante el 2024, el décimo departamento del país reportó 145 víctimas fatales en accidentes de tránsito. Ciudad del Este lideró el triste ranking con 97 muertes, seguida por Hernandarias 18 y Minga Guazú con 17 y Santa Rita con 10, entre otros municipios.
En estos distritos, el 80% de los pacientes hospitalizados por accidentes terminaron en el Hospital Regional de la capital departamental. El perfil predominante de las víctimas corresponde a jóvenes trabajadores que se movilizaban en motocicletas.
“Lo que más nos alarma es que la mayoría de los accidentados son hombres jóvenes en edad productiva, que usan la motocicleta como herramienta de trabajo. Muchos de ellos no usaban casco o lo llevaban de forma incorrecta”, explicó la abogada Claudia Maldonado, directora del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
“Incluso sus acompañantes viajaban sin ninguna protección. Es una tragedia diaria. Estamos perdiendo vidas por irresponsabilidad, por falta de educación vial, por creer que nada va a pasar. Pero todos los días pasa”, agregó.
Las unidades de terapia intensiva del Hospital Regional de Ciudad del Este están llenas casi permanentemente y el 99% de los internados por accidentes son motociclistas. Una cifra por sí sola refleja la magnitud del problema.
En cuanto a los lesionados, Maldonado explicó que durante 2024 se registraron más de 12.000 personas heridas en siniestros viales a nivel nacional. De ese total, Alto Paraná aportó una cifra importante. “Tuvimos 72 motociclistas lesionados y 29 usuarios de la vía pública con heridas de diversa gravedad, solo en ese departamento”, indicó.
COMPROMISO. La directora enfatizó el compromiso –de la agencia a su cargo– con la recopilación de datos confiables, trabajando en conjunto con instituciones como la Policía Nacional, la Patrulla Caminera, el Pabellón del Trauma y el Ministerio de Salud. “Nuestro objetivo es que esta información sirva como base sólida para diseñar políticas públicas. No se trata solo de números, se trata de vidas que podemos evitar perder”, subrayó.
Además, habló sobre los esfuerzos institucionales para frenar esta tendencia. “Desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial estamos implementando campañas de concienciación, capacitaciones y controles más rigurosos. Pero sabemos que no es suficiente si la sociedad no toma conciencia. La educación vial debe empezar en casa, en la escuela, en cada municipio”, sostuvo.
También mencionó la reciente puesta en marcha de un máster jurídico que busca unificar y controlar la emisión de licencias de conducir en todo el país. “Con esta herramienta, queremos asegurar que las municipalidades apliquen criterios serios, claros y exigentes al momento de otorgar los permisos de conducción”, explicó.
Maldonado hizo un llamado a la reflexión y a la responsabilidad colectiva. “Estamos enfrentando una pandemia silenciosa. No podemos seguir naturalizando los accidentes como si fueran parte del día a día. Necesitamos un cambio de cultura vial, porque cada vida que se pierde en el tránsito es una tragedia que pudo haberse evitado”.